LA CRÓNICA FRANCESA
Abkco. 61’.
Alexandre Desplat intenta formar parte del engranaje del film, pero no encuentra su espacio. Su música es caótica, repetitiva y falta de desarrollo, se conforma de una sucesión de temas similares (el piano es el instrumento vertebrador) intercambiables, limitándose a remarcar lo ya expuesto y las emociones que implementa son parcas y básicas, cuando no monótonas: salvo en alguna secuencia, ni es lo bastante cómica, ni lo bastante sarcástica ni lo bastante sentimental.