El bisturí teléfilo
AUGURIOS PARA EL NUEVO AÑO
Las industrias creativas entran en el año 2022 con la percepción de patinar sobre un lago helado al final del invierno, entre la excitación y el miedo. Las grandes majors norteamericanas siguen apostado por lanzar servicios bajo demanda con los que llegar directamente a los consumidores ante el hundimiento de la televisión de pago. Ya hay previstos nuevos lanzamientos como SkyShowtime, que integrará los catálogos de Universal, Paramount y Showtime para España y otros mercados europeos. Pero el vídeo bajo demanda puede que llegue pronto a su límite de saturación: la consultora Deloitte estima que este año se cancelarán más de 150 millones de suscripciones en todo el mundo.
Si el cambio de paradigma hacia el consumo doméstico se consolida, esto será compensado por las altas. Pero, por si acaso, nadie descansa en los laureles. Disney+, la marca familiar por antonomasia, ha optado por aumentar la sinergia entre propiedad intelectual y productos de consumo y servicios experienciales. Para 2022 cuenta una batería de estrenos de series derivadas Marvel y Star Wars que a buen seguro producirán numerosas líneas de juguetes y atracciones en parques temáticos. Netflix empieza a replantearse en cine y series su estrategia de producir al peso, y ha abierto, guiada por la diversificación, una línea dedicada a los videojuegos que puede transformar la compañía en los próximos años. Y todavía queda por ver qué sale de los últimos movimientos empresariales, como la fusión de Warner Bros. con Discovery y la compra por Amazon de MGM. Lo mejor, esperan, estará todavía por llegar.