REALIDAD Y FICCIÓN, TODO QUEDA EN FAMILIA
La presencia de Cooper Hoffman –hijo de Philip Seymour Hoffman, actor fetiche y gran amigo de Anderson–; Alana Haim –hija de su profesora de arte en el instituto–, y los cameos de Maya Rudolph, Sasha Spielberg o el primer papel en su cine de Sean Penn – Al que quería para el rol de Alfred Molina en Boogie Nights– dan a Licorice Pizza un tono entre personal y cinéfilo, una combinación que también se da entre realidad y ficción. Algo a lo que contribuye Bradley Cooper interpretando a Jon Peters –primero peluquero, después amante de Barbra Streisand y productor de la versión de 1976 que la cantante y actriz protagonizó junto a Kris Kristofferson– en un juego de espejos cargado de ironía.