In my opinion
QUERIDÍSIMA MAMÁ
Es un reproche habitual de los hijos de las estrellas que sus progenitores sustituyen tiempo y cariño por pasta y privilegios. O por un buen par de hostias en el caso de Joan Crawford. Todo el mundo se creyó a pies juntillas la versión que vomitó su hija Christina en su día porque una diva tan imponente por fuerza debía ser una mala madre. Les encantaba la idea de tener hijos, pero nunca les interesó criarnos, se lamentaba la protagonista de Hannah y sus hermanas. Pobres niños ricos.
Hacks (HBO Max) es la historia de Ava (Hannah Einbinder) y Deborah, dos cómicas de distintas generaciones condenadas a entenderse. A Deborah la interpreta Jean Smart y, solo por eso, la serie ya merecía la pena. Deborah, una tipa brillante, cabeza de cartel en Las Vegas con décadas de experiencia y su propio estanque artificial para pescar carpas, tiene una hija llamada DJ (Kaitlin Olson) que, bien entrados los 40, sigue culpando a Deborah de no prestarle suficiente atención, de no apoyarla en sus proyectos. No sabes la cantidad de cosas que hago por ti, Deborah es altiva y orgullosa, o sea, mala madre y como tantas otras compensa a golpe de chequera las inseguridades de DJ mientras se aguanta las ganas de hacerse un Crawford. Pero Hacks,
como Deborah, es mucho mejor de lo que aparenta.