Carta de presentación
De gala. La brújula cinéfila ya apunta al 27 de marzo, fecha de la 94.ª edición de los premios Oscar. Ceremonia que, después de dos años, volverá a ser conducida por un presentador. A cierre de estas páginas y con la rumorología disparada, ese anfitrión no tenía cara. Buen momento para devolvérsela al cómico Bob Hope (1903–2003), rey de la comedia y faro para generaciones de humoristas norteamericanos. Hope actuó como maestro de ceremonias en los Oscar en 18 ocasiones, entre las décadas de 1940 y 1970. Su labor resultó querida y popular aunque, paradójicamente, nunca fue premiado por su trabajo como actor. Deberíais darme una estatuilla solo por venir, dijo con ironía en 1986. Eso sí: recibió cuatro Oscar honoríficos.