La verdad está ahí fuera
Tras forjarse un estatus de culto como cortometrajista, Chema García Ibarra se estrenó en el largo con este sorprendente cóctel de comedia costumbrista con un toque de crónica negra y ciencia ficción marciana que, además, convierte el ilicitano barrio de Carrús en una (aparentemente) imposible mezcla entre Luxor y el Área 51. Una odisea mística que arrancó su andadura con una mención especial en Locarno y ha acabado triunfando en el voto de la crítica especializada convocada por FOTOGRAMAS. Toda una conjunción cósmica que da fe de los aires de revolución de un cine español que busca romper las fronteras del indie convencional.