UN TRABAJO DE ALTURA
Recuerda anécdotas de ‘Handia’, de Aitor Arregi y Jon Garaño, en la que debutó como protagonista y que le valió el Goya a Actor Revelación en 2018.
Me llamaron para el papel del gigante mientras que los demás aspirantes optaban también al del hermano, y me entró una inseguridad tremenda porque tenía menos posibilidades. Llegué al casting con una maleta llena de ropa de época porque la película se desarrolla en el siglo XIX y me dijeron que no la sacara. Les propuse hablar con la mandíbula hacia fuera y también descartaron la idea. Salí de la prueba llorando, pensando que había hecho el ridículo y que no solo no me iban a dar el papel sino que no me iban a llamar jamás. Más tarde, me dijeron que se decantaron por mí en ese momento, aunque hice más pruebas para dar con mi hermano. Joseba Usabiaga fue la elección ideal, lo admiro, logramos una complicidad enorme. Fue un regalo trabajar con él porque mucho de lo que yo daba partía de él.
Finalmente vieron que la prótesis para cambiarme las facciones del rostro no funcionaba y me tiré todo el rodaje hablando con la mandíbula hacia fuera y con unos dientes postizos que me hacían cecear, algo que debía evitar. Acabé con una contractura enorme y hoy en día no puedo sacar la mandíbula como antes. Para agrandarme el cuerpo, llevaba un traje de gomaespuma que pesaba mucho y no se podía lavar. Lo rociaban con vodka, para que se le fuera el olor, y con desinfectante. Daba tanto calor que no hacía más que sudar. Adelgacé 6 kilos. Gané altura con unos zancos, pasé de 1,84 m a los 2,42 m que medía Joaquín Eleizegui Arteaga. Recuerdo una escena en la que se reunían gigantes de todo el mundo en una colina y en la que participaron jugadores de baloncesto. No sé cómo subí. Era todo tan surrealista que mi mayor preocupación era hacer algo creíble, que el público no viera un monstruo, sino alguien enfermo. Los efectos especiales tuvieron un papel fundamental. Los compañeros veteranos me decían: Esto te va a dar un Goya, y yo creía que desvariaban. Y resulta que sí, que Handia se llevó 10. Con todo lo bueno que me ha dado la película, de la que me siento muy, muy orgulloso, me quedo con los amigos, como Ioritz Apaolaza, ayudante de producción, que falleció hace poco, y la ayudante de vestuario Iratxe Sanz. ‘CONTANDO OVEJAS’ SE ESTRENA EL 13 DE ABRIL