LOS PELUQUEROS DE HOLLYWOOD Y SU REAL CORTE
Las estrellas de la meca del cine regresan al teatro y los peinados míticos de Vidal Sassoon y Sydney Guilaroff no dejan de volver. Es la vieja (nueva) historia del eterno retorno.
Cuando a Ava Gardner le contaron que Frank Sinatra acababa de casarse con Mia Farrow, soltó: Siempre supe que Frank acabaría yéndose a la cama con un jovencito. El dardo envenenado no solo iba contra los más de 30 años de diferencia entre la actriz y su exmarido (y eterno amante), sino contra ese corte de pelo anunciado a bombo y platillo durante el rodaje de La semilla del diablo, el pixie que la convirtió en estrella. Y es que su autor, Vidal Sassoon, de cuya muerte se cumplen este mes 10 años, fue el pionero de los peinados geométricos de inspiración Bauhaus. Bajo su lema ‘lavar y listo’ y la filosofía de que las nuevas generaciones debían huir de la tiranía del salón, Sassoon revolucionó el arte de la peluquería y de la cultura popular. De hecho, a él no solo le debemos el pixie, sino la melena en capas marcadas de la actriz Farrah Fawcet, que junto al flequillo waft perviven.
Coincidencias de la vida, este mes es el
25.º aniversario del adiós a Sydney Guilaroff, el peluquero jefe de MGM desde 1934 a finales de los años 70 y el primero en ver su nombre en los títulos de crédito de una película. A él le debemos el personalísimo flequillo de la estrella Claudette Colbert y la audaz decisión de teñir a Lucille Ball de pelirroja.