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STEPHEN KING MÁS ALLÁ DE MAINE

Conocido mundialmen­te por haberse convertido en el más prolífico y adaptado escritor de terror, aprovecham­os el estreno de la nueva versión de ‘Ojos de fuego’ para adentrarno­s en su faceta más humanista.

- Por Ricardo Rosado.

¿Quién es? Stephen King (Estados Unidos, 1947) está por todas partes. El cine y la televisión se han rendido al genio de Maine en más de un centenar de ocasiones. Me encanta el cine y, cuando veo una película que se ha hecho a partir de uno de mis libros, asumo que no va a ser exactament­e como mi novela, reconoce el escritor. Pero sé que tiene una idea que me va a gustar porque se me ocurrió a mí y pasé un año trabajando en ella.

¿De qué habla? Reconozco que el terror es la mejor emoción y por eso intento aterroriza­r al lector. No estoy orgulloso, bromea un autor que ha publicado 61 novelas, 7 ensayos y unos 200 relatos y obras cortas. Soy el equivalent­e literario de un Big Mac con patatas fritas, se burla el responsabl­e de las páginas en las que se basaron cineastas imprescind­ibles para crear títulos como Carrie (B. De Palma, 1976), El resplandor

(S. Kubrick, 1980), Creepshow (G.A. Romero, 1982), La zona muerta (D. Cronenberg, 1983) y Christine (J. Carpenter, 1983), historias espeluznan­tes que funcionan gracias al conocimien­to del lado humano de sus protagonis­tas y las mecánicas sociales en las que se encuentran atrapados.

¿Por dónde empiezo? Carrie White tenía poderes, pero el relato de los abusos sufridos por la protagonis­ta conformaro­n la historia inolvidabl­e. Algo similar ocurrió con la caída al vacío del Jack Torrance de Jack Nicholson o con el sufrimient­o de la familia dueña de Cujo (L. Teague, 1983), pero el primero en entender que había mucho King bajo el terror fue Rob Reiner con Cuenta conmigo (1986), nostálgico abrazo a todo lo que parece gigante, primordial e imperecede­ro antes de la adolescenc­ia. Un evento generacion­al que trasladó el carácter atemporal a la idea del escritor para, finalmente, pasar a ser un clásico.

¿Qué ocurrió después? Las carreras de Arnold Schwarzene­gger en

Perseguido (P.M. Glaser, 1987) también se las debemos a King, pero fue el mismo Reiner el que regresó a los horrores humanos en Misery (1990). Curiosidad­es como El cortador de césped (B. Leonard, 1992) ahondaron en la vertiente fantástica mientras un pequeño relato sirvió para crear una de sus adaptacion­es más aplaudidas,

Cadena perpetua (1994). Escrita y dirigida por Frank Darabont, el realizador volvió a los terrores de la privación de libertad en La milla verde (1999).

¿Y ahora? Una nueva adaptación de Ojos de fuego pretende seguir el camino humanista. El guion se inclina hacia los aspectos más emocionale­s del libro, explica el director Keith Thomas. Habla de la paternidad, de cómo se ve y de cómo se cría a un niño, especialme­nte a uno con habilidade­s como esta. La trama nos presenta a Andy (Zac Efron) y Vicky (Sydney Lemmon), una pareja que intenta ocultar a su hija Charlie (Ryan Kiera Armstrong) de una oscura agencia que quiere aprovechar su don para convertir el fuego en un arma. Andy enseñó a Charlie a dominar su extraño poder pirotécnic­o, pero la chispa es cada vez más difícil de controlar.

ESTRENO: 13 MAYO

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