In my opinion
CORRUPCIÓN EN TOKIO
Perdón por lo previsible del título, pero llamar a una serie Tokyo Vice (HBO Max) y pedir a Michael Mann que dirija el piloto es ir provocando. Hace casi 40 años que el maestro del neo-noir le dio el revolcón definitivo a las series de polis incorporando el elemento videoclipero del que se nutrieron todos los cineastas que llegaron después: de los bajos fondos de Miami a la posteridad. Ahora lo han invitado a dar marchamo de clásico a una historia retro, ambientada en los años 90, cuando Mann alcanzó por fin el prestigio que entonces solo otorgaba hacer películas y no televisión. Tiene su gracia. La serie va de un bisoño periodista americano que investiga sucesos para un diario nacional japonés y se mete en jaleos con la yakuza. Un reportero obcecado, irreductible, como el Al Pacino de El dilema
(1999), empeñado en desmontar una estructura donde hombres poderosos liquidan a mindundis. Es una historia basada en hechos reales y en todas las pelis que te gustan. No solo en las de Mann: el creador J.T. Rogers (Oslo) ha adaptado las memorias de Jake Adelstein tirando de elementos reconocibles que, combinados con el raro encanto de Ansel Elgort y la presencia escénica de Ken Watanabe, dan como resultado un pastiche gustoso, una serie antigua muy disfrutable. Además, repito: el primer episodio lo dirige Michael Mann y con eso basta.