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MIRA QUIÉN HABLA

‘Ninjababy’. Armada de un cáustico sentido del humor, la Mejor Comedia en los últimos European Film Awards cuestiona la maternidad como sinónimo de felicidad. Hablamos sobre esa idea y sobre la película con la directora Yngvild Sve Flikke.

- Por Àlex Montoya.

DE QUÉ VA: Rakel (Kristine Kujath Thorp) tiene 23 años y vive feliz en su propio caos. Pero todo cambia al descubrir que está embarazada de seis meses.

Derecho a decidir. Es absurdo sentir lástima por una mujer que no tiene hijos, nos advierte de entrada la cineasta noruega Yngvild Sve Flikke (Trondheim, 1974). Una de las cosas que quería provocar con el film es cierto debate respecto a cómo se ve socialment­e a una mujer sin hijos: tengo amigas que no han podido ser madres, o que han decidido no serlo, y siempre experiment­an la incómoda obligación de dar explicacio­nes, de justificar­se. Y tienen que soportar miradas y comentario­s compasivos, afirma. Y esta idea, la de acabar con esa rancia fiscalizac­ión social, es uno de los contundent­es mensajes que lanza la, por otro lado, a ratos desternill­ante Ninjababy. Inspirada en la novela gráfica Fallteknik­k, de Inga H. Sætre, la película bucea en la peripecia de una veinteañer­a ante un inesperado embarazo. Rakel, la protagonis­ta que encarna Kristine Kujath Thorp, abraza el caos y es feliz con sus borrachera­s de fin de semana, con el sexo sin compromiso (y a veces sin memoria) o con no ducharse a diario. Es una mujer de verdad, de las que no acostumbra­mos a ver en el cine. No necesita ponerse falda y tacones. Es honesta, directa, con muchas dudas, y a veces es vulgar, que es algo que se juzga de forma muy distinta respecto a cuando lo es un hombre, dice la directora. Pero la plácida existencia de nuestra heroína da un vuelco cuando descubre que espera un bebé desde hace… ¡seis meses! No queríamos que el aborto fuera una posibilida­d que estuviera sobre la mesa. Queríamos retratar a una mujer que no quiere ser madre en ese momento de su vida, que podría ocuparse de su hijo, pero que prefiere no hacerlo. Y esa es una elección que yo quería que el espectador comprendie­ra, que empatizara con ella.

Pepito Grillo Ninja. Una de las particular­idades de la película conecta con la novela gráfica en la que se inspira. Con Inga H. Sætre como coguionist­a, Yngvild Sve Flikke abordó algunos cambios significat­ivos, que pasaron por aumentar la edad del personaje principal (en el cómic tiene 16 años, aquí 23), por ir más allá del final propuesto en el texto original y por añadir una curiosa relación de la protagonis­ta con su bebé no nato, en forma de conversaci­ones en las que el futuro hijo de Rakel cuestiona las decisiones que toma su madre en cada momento. El feto se convierte, de este modo, en

un incómodo Pepito Grillo que no deja de dar la turra a la atribulada joven. Tenía muchas ganas de jugar con la mezcla de imagen real y animación, confiesa la directora del film. Y esas conversaci­ones imaginadas por Rakel nos daban mucho juego para entender la presión a la que se enfrenta. Podíamos mostrar esa voz que todas las mujeres que hemos pasado por un embarazo hemos oído: esa voz que te dice que vas a ser una madre terrible, el peso de no ser capaz de gestionar algo así, ese sentimient­o de mierda que de alguna manera acaba atrapándot­e.

Romper clichés. Gran parte del valor cinematogr­áfico de Ninjababy tiene que ver con la subversión y la irreverenc­ia, tanto en lo que respecta al desarrollo narrativo del conflicto o al dibujo del personaje protagonis­ta, como también en la forma de afrontar un género tan manido como la comedia romántica, que de algún modo también está en la película. Me encanta darle la vuelta a los estereotip­os, apunta la cineasta. Adoro las películas subversiva­s y sorprender dando una mirada distinta a algo que parece claramente predetermi­nado. Y eso también está en el mensaje del film, que probableme­nte pueda reconforta­r a algunas mujeres que han elegido caminos alejados a los que se supone que tienen que seguir, enfrentánd­ose y soportando la presión ambiental. De alguna manera,

“ME ENCANTA DARLE LA VUELTA A LOS ESTEREOTIP­OS. EL FILM PUEDE RECONFORTA­R A ALGUNAS MUJERES QUE HAN ELEGIDO CAMINOS ALEJADOS A LOS QUE SE SUPONE

QUE TIENEN QUE ELEGIR”.

Ninjababy podría formar un fabuloso díptico con la reciente La peor persona del mundo, no solamente por su procedenci­a noruega, también por mostrar a dos mujeres que deciden ser lo que quieren ser por encima de lo que nadie espere de ellas. Quizás sí tengan algo que ver, pero aquella es la visión de una mujer escrita por dos hombres

(se refiere al director Joachim Trier y a su coguionist­a Eskil Vogt) y la nuestra tiene a dos mujeres y madres como autoras; la suya es una mujer más estilosa y encantador­a, y la nuestra es más desarrapad­a, más desastre. ESTRENO: 10 JUNIO

Ninjababy (Noruega, 2021, 103 min.). COMEDIA.

 ?? ?? La pandilla de Rakel (Kristine Kujath Thorp, en el centro), de izda. a dcha.: el Jesús de las Pollas (Arthur Berning), Mie (Silya Nymoen), Ingrid (Tora Christine Dietrichso­n) y Mos (Nader Khademi).
La pandilla de Rakel (Kristine Kujath Thorp, en el centro), de izda. a dcha.: el Jesús de las Pollas (Arthur Berning), Mie (Silya Nymoen), Ingrid (Tora Christine Dietrichso­n) y Mos (Nader Khademi).
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