EL HOMBRE DEL NORTE
Back Lot Music. 74’. ★★★★
Sebastian Gainsborough y Robin Carolan debutan en el cine como autores de una banda sonora que busca enfatizar el caos, funcionando a un nivel estético e hipnótico que pretende transportar a la audiencia a lo más violento del siglo X, a mancharse de sangre y sentirse partícipes de esta delirante locura, expresiva y extrema como pocas. La música es, así, orgánica, caótica, rota y virulenta. Rehúye de la construcción clásica en base a temas de personajes, narrativos, y ha sido realizada usando antiguos instrumentos étnicos, algunos de ellos –explicado por los propios compositores– sin saber siquiera cómo debían interpretarse. Sus sonoridades arcaicas y primitivas incluyen emulaciones sonoras de gritos, rugidos, aires rituales y místicos, voces, todo ello matizado con orquesta de cuerdas, que se emplea a ratos para lo lírico y en la mayor de las veces para lo terrorífico, con momentos estremecedores, estridentes, pesadillescos. Es una propuesta poco ortodoxa, que resulta un elemento esencial en el film.