Benediction
★★★★★
Benediction (País, 2021, 137 min.). Dir.: Terence Davies. Int.: Jack Lowden, Jeremy Irvine, Peter Capaldi, Calam Lynch, Kate Phillips, Tom Blyth, Matthew Tennyson. DRAMA.
La estremecedora Benediction puede verse como un film-compendio que aúna los rasgos estilísticos y las fijaciones temáticas que han marcado la excelsa carrera del británico Terence Davies. Ahí está, por ejemplo, su perenne interés por la memoria como punto de encuentro de la experiencia personal y la conciencia colectiva. Para Davies, quién irrumpió en la galaxia autoral con Voces distantes (1988) –un fresco autobiográfico sobre las penurias de una familia de Liverpool en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial–, la memoria del pueblo británico está profundamente ligada a la destructiva onda expansiva del fenómeno bélico. En este sentido, la figura del poeta y objetor de conciencia Siegfried Sassoon permite al cineasta anudar, en las composiciones frontales y las sinuosas panorámicas del biopic Benediction, el recuerdo traumático de la Gran Guerra, la disección de una afligida sensibilidad artística –en sintonía con Historia de una pasión
(2016), el film de Davies sobre Emily Dickinson– y, por último, el desolador retrato de una homosexualidad golpeada por los dogmas conservadores.
Como ya evidenciaban sus primeros ejercicios de autoficción –englobados en The Terence Davies trilogy (1984)–, el cineasta británico siente debilidad por los personajes que, desde lo queer,
resisten estoicamente ante la falta de libertades. En Benediction, esta tragedia de orden social se ausculta a través del estudio del arco vital de Sassoon, que Davies recorre curioseando en la imaginería digital. Un genial travelling
circular en torno al protagonista nos lleva desde su yo joven (un resplandeciente Jack Lowden) hasta su vejez (encarnada por un demacrado Peter Capaldi) mediante un efecto de morphing que condensa la obsesión de Davies por la idea de lo eterno (el pasado que siempre vuelve) y lo efímero (el tiempo, ¡y el amor!, que se escapa de las manos).
Y es que el cine del británico no puede entenderse sin el yugo de la agonía sentimental. De hecho, como ya hiciera en The Deep Blue Sea (2011), Davies construye Benediction sobre la convicción de que el desamor duele como una guerra mundial. Manu Yáñez
Ent. con Jack Lowden en pág. 64
ESTRENO: 8 JULIO