ENTRE EL CINE Y LA TELEVISIÓN
Con su corto El columpio, Álvaro Fernández Armero ganó el Goya, y con Todo es mentira, su ópera prima, la nominación al premio como Director Novel. Siguieron más comedias, como Brujas, Nada en la nevera y Salir pitando. Hasta que vi claro el cambio de tendencia y que era imposible vivir de hacer una película cuando podía, y pasé siete años dedicado a la televisión, cuenta. Las ovejas no pierden el tren marcó su regreso al cine y a su situación actual, en la que alterna películas y series tan personales como Vergüenza y Sentimos las molestias, en tándem con Juan Cavestany, algo inviable antes de la llegada de las plataformas.