El bisturí teléfilo
COMEDIAS AL SOL
El revival de Friends de hace unos pocos años hizo recordar los tiempos en los que las series más populares eran comedias, en lugar de los dramas trascendentes que acaparan la atención de la crítica y las parrillas. De vez en cuando se produce el milagro y alguna logra una vida longeva, como las 15 temporadas que lleva en producción la muy gamberra Colgados en Filadelfia (Disney+). En España lo más parecido que tenemos es La que se avecina, en antena desde 2007 aunque últimamente se estrene en Amazon. Y es que los servicios de vídeo bajo demanda ya saben las ventajas del género para el tipo de consumo compulsivo y a menudo fuera del hogar que les proporciona más fidelidad.
La cuestión es que el modelo de producción de las series contemporáneas parece ir a la contra de que esas mismas comedias existan. A veces las comedias buscan reinventarse a través de planteamientos innovadores, como State of the Union (HBO Max), en donde Stephen Frears y Nick Hornby ponen el microscopio a la vida en pareja en capítulos de 10 minutos. O se agarran al comentario social punzante, como en la visceral Brassic (Filmin) o en el retrato de la vejez, como en Grace and Frankie (Netflix). En España, sin embargo, las comedias han encontrado una vida nueva tras acabar con el estándar de los 70 minutos, como en la multipremiada Vota Juan (HBO Max) y en la agradable sorpresa de Dos años y un día (Atresplayer). Una última recomendación para cuando apriete el calor: Hacks (HBO Max), sobre la relación entre una cómica en decadencia y una joven guionista. Quizás la mejor comedia en producción hoy.