Paco León FANTASÍA SERVIDA
El actor y director estrena su cuarto largometraje tras la cámara, ‘Rainbow’. Inspirado muy libremente por
‘El maravilloso Mago de Oz’, crea su personalísimo Jardín de las delicias con una multitudinaria reunión de personajes que se mueven en un universo entre lo fantástico, lo onírico y lo hiperrealista. Él nos selecciona sus escenas favoritas.
Dora es una joven que deja su casa en busca de su madre. La aventura se convierte en un viaje iniciático plagado de personajes pintorescos con los que llega a averiguar quién es.
Cuando Paco León (Sevilla, 1974), que se había hecho célebre como cómico de sketches y en la serie Aída, se lanzó a dirigir Carmina o revienta lo dejó bien claro: No tengo ningún interés en empezar ninguna carrera como director. Siempre he sido el hijo de la Carmina y de eso me siento orgulloso, dijo. Sin embargo, aquel audaz híbrido de géneros tuvo una secuela, Carmina y amén,
después llegó Kiki, el amor se hace, y
más tarde la ambiciosa serie Arde Madrid. Esto empezó casi como una actividad extraescolar, pero ahora la cosa se está poniendo seria, nos confiesa con Rainbow lista para su estreno. Quería hacer una película que me permitiera no solo contar una historia, sino crear un universo alrededor. Di con
El maravilloso Mago de Oz, que es un cuento muy sencillo, con una protagonista femenina, líder de desclasados y marginados sociales, que realiza un viaje iniciático. Desmitifica el sueño americano y habla de aceptarse, de la vida como un camino hacia el autoconocimiento y no de una ruta hacia el éxito, y está impregnado de mensajes sobre la diversidad. Todos ellos son discursos muy actuales y fáciles de asumir. Además, al ser una novela escrita en 1900 estaba libre de derechos.
La película, protagonizada por Dora Postigo, es un abigarrado retablo de personajes ‘pacoleonianos’. Me fascina esta generación que ahora tiene 20 años y que viene pisando tan fuerte. Por ahí desfilan de una manera u otra Samantha Hudson, Palomo Spain, Ramón Monegal, Coco Capitán, Marria
Pratts, Pional, coreógrafos contemporáneos… También Carmen Maura, Carmen Machi, Hovik Keuchkerian o Luis Bermejo. Quería crear una fiesta a la que invitar a mucha gente a la que admiro y, de paso, hacer como un retrato en Polaroid de este momento cultural actual, crear una mitología pop ‘instagramera’, con muchos cameos. ¿Responsabilidad? Tras Arde Madrid noto que me pesan las expectativas, pero intento no estar preso de eso ni conformarme con lo que me ha funcionado. Quiero seguir divirtiéndome y experimentando cosas nuevas. ◆