Chalamet Timothée ESPÍRITU CENTENNIAL
Tras protagonizar el desfile (andrógino) del año en la alfombra roja de Venecia, el actor se convierte en un caníbal muy romántico en ‘Hasta los huesos: Bones and All’, su retorno al cine indie de la mano de Luca Guadagnino, quien fuera su descubridor en
Hay acontecimientos que revelan al instante todo su potencial icónico, momentos destinados a quedar fijados en la memoria (cinéfila) colectiva. Este periodista se sintió partícipe de uno de estos advenimientos culturales cuando, el pasado 2 de septiembre, desde la sala de prensa de la Mostra de Venecia, escuchó el griterío de las centenares de fans que enloquecían ante la presencia de Timothée Chalamet (Nueva York, 1995) en la presentación de gala de Hasta los huesos: Bones and All. Alentados por los prolongados aullidos, un buen grupo de reporteros nos amontonamos en los ventanales del Palazzo del Cinema para ver al It boy más deseado. La distancia de unos 150 metros hasta la alfombra roja no supuso mayor problema: Chalamet regaló una estampa memorable y chillona gracias a un entallado traje rojo sangre sin espalda (un jumpsuit u overol, según la terminología más fashion) diseñado por Haider Ackermann, amigo íntimo de la estrella. El look más arriesgado del protagonista de Call Me by Your Name se completaba con un escote envolvente, anillos de Cartier, unas gafas Ray-Ban cat eye para mujer y botas de cowboy negras.
La troupe adolescente, de mayoría femenina, que llevaba acampada al borde de la alfombra roja desde primera hora de la mañana recibió su justa recompensa: Chalamet apareció desatado, tirándose a la piscina de la androginia y conectando, una vez más, con una juventud decidida a dejar atrás unos códigos de género caducos. En el pasado Festival de Cannes, Tom Cruise solicitó que unos cazas del ejército francés sobrevolaran la alfombra roja en la presentación de Top Gun: Maverick, mientras que Brad Pitt requirió de una pirueta inverosímil para llamar la atención de los periodistas que asistían a la premier de Bullet Train. Por su parte, Chalamet solo tuvo que sacar una pierna del coche que lo trasladó hasta la alfombra roja de la Mostra para generar la tormenta de flashes y alaridos que acompañan
a las verdaderas estrellas del momento.
DE QUÉ VA:
Maren Yearly (Taylor Russell) emprende un viaje a través del Medio Oeste americano tras ser abandonada por su padre. Por el camino, conoce a Lee (Timothée Chalamet), quien comparte con ella la necesidad de devorar a otras personas.
LA NOSTALGIA DE UNA ESTRELLA DEL SIGLO XXI
26 horas antes de ‘la alfombra roja del año’, FOTOGRAMAS acudía en taxi acuático a su cita con Chalamet, en el lujoso Hotel Cipriani de Venecia. Tras la (larga) espera de rigor, el protagonista de Dune hacía acto de presencia con un look casual coronado por una camiseta con una ilustración inspirada en el tema Absolute Begginers de David Bowie, un ilustre antecesor de Chalamet en el arte de la androginia. Lejos de los focos, el actor se mues
Hasta los huesos: Bones and All hace realidad el viejo sueño de Luca Guadagnino de sumergirse en la cultura y el paisaje estadounidense: Había tenido oportunidades de filmar en América, pero sentía que no era el momento, aún debía madurar como artista, reconoce el director italiano. Cuando mi guionista David Kajganich –colaborador de Guadagnino en Cegados por el sol y Suspiria– me mostró su adaptación de la novela de Camille DeAngelis, me enamoré al instante de estos jóvenes que van a la deriva en busca de su identidad. Luego, poder filmar en escenarios reales del Medio Oeste fue la guinda del pastel de este proyecto.