Nuestros lectores hablan CABALLOS DE PAJA

√ Siempre había existido en el cine de Rodrigo Sorogoyen una violencia soterrada en ocasiones perdida entre otro tipo de discursos. En el caso de As bestas es ese estado de intolerancia y de violenta ceguera el que vertebra una película verdaderamente dura, desasosegante y de lo mejor de este año.

Ana María Guerrero (vía e-mail).

√ As bestas va tensionando las reacciones de sus personajes tan primarios en el fondo hasta que todo estalla, algo que esperas como espectador, pero no de la forma en que Rodrigo Sorogoyen lo muestra en un clímax que te deja tan tocado como en el fondo desamparado. ¿Estamos ante una obra maestra? Mi respuesta, querido Mr. Belvedere, es sin duda que sí.

Tristán Molina (vía Facebook). √ Western moderno (o no: ese pueblo gallego donde transcurre la acción parece anclado en el siglo XIX), As bestas nos habla de la indefensión del ser humano ante la maldad, puede que inconsciente y atávica, de la masa, del grupo. Una premisa que sí que emparenta la película de Sorogoyen con la obra de Sam Peckinpah y en especial con Perros de paja.

Geles Vituerta (vía e-mail).

CONTESTA MR. BELVEDERE

Aunque la versión nacional de Perros de paja sigue siendo la merecedora de mejor suerte Bosque de sombras, de Koldo Serra, reconozco que hay mucho de esa violencia que se cuece lentamente y de esos entornos hostiles tan peckinpahnianos en As bestas, lo mejor hasta la fecha de Rodrigo Sorogoyen. Y de su coguionista, Isabel Peña, sin lugar a dudas nuestra Leigh Brackett.