In my opinion
Cuenta la rabina Delphine Horvilleur en su libro Vivir con nuestros muertos que generación en hebreo se dice dor, una expresión que remite al hecho de tejer cestos: Para hacer un cesto hay que pasar un mimbre o un carrizo entre las varas bien ordenadas del linaje previo. Un cesto se fabrica siempre de abajo arriba. Una vara arrancada y rota desbarata la estructura de forma irremediable.
Sobre la pertenencia al grupo, las cosas de la edad y el desgarro va La Ruta (ATRESplayer Premium), una historia contada hacia atrás, hacia el origen del vínculo de cinco amigos de Sueca, que empieza en 1993, en la cumbre de la Ruta del Bakalao, y termina en 1981 en el origen de La Movida valenciana. La Ruta peregrina por discotecas en polígonos, de Puzzle a Barraca, es el trayecto alterado que va de las Fido Dido a la mescalina, viendo pasar, una tras otra, líneas discontinuas de farlopa, dándolo todo en la pista de baile en un viaje enardecido de la new wave, al EBM y al tecno. Pero La Ruta es, sobre todo, el relato de unos personajes, Marc, Nuria, Toni, Sento y Lucas, unidos por la época que les toca y por los errores que no pueden enmendar. Vidas comunes y afectos primeros inmortalizados en las pintadas de los baños de los garitos. La Ruta es el emocionante y doloroso camino de vuelta a la base de un cesto roto.