La cripta embrujada
EL QUE SABE, SABE
Muchos cineastas creen o parecen creer que trasladar el espíritu de la genuina pulp fiction a la pantalla es cosa fácil. Sin embargo, no paramos de ver ejemplos recientes que van de lo irregular a lo fatal, quizá porque en lugar de recurrir a las amarillentas fuentes literarias originales, se acaba imitando sus formatos modernos e hipermodernos
(el cómic, los videojuegos…). Es el momento de volver nuestros ojos a un injustamente olvidado y maltratado ejemplo de genuino amor por el pulp, que quizá por ello no fue bien comprendido en su día: The Shadow (1994), que ahora reedita Reel One Entertainment con extras tan estimables como el vídeo musical con la épica canción de Jim Steinman compuesta para el film. Una verdadera delicia camp para todos los que hemos disfrutado alguna vez con las novelas de Walter B. Gibson (y sus seguidores), sus maravillosas portadas, obra de los hermanos Rozen, y con los cómics de Mike Kaluta, quien colaboró también en la película.
Con reparto excepcional, incluyendo un Alec Baldwin ‘carygrantesco’ digno de un dibujo de Leyendecker, una Penelope Ann Miller en modo flapper y un siempre agradecido Tim Curry, más un diseño de producción exquisitamente noir y art déco, música de Jerry Goldsmith y un villano oriental, fantástico John Lone. En la gran y políticamente incorrecta tradición del Peligro Amarillo, Russell Mulcahy entendió perfectamente qué es el pulp, cómo y para quién se hace. Hoy, más que nunca, se nota que La Sombra sabe. Y que Mulcahy, autor incomprendido del fantástico y la acción, con joyas como Razorback, Los inmortales, La sombra del faraón o Resident Evil: Extinción a sus espaldas, conoce como pocos el mal que anida en el corazón de los hombres. Al menos, en el mío.