El triángulo de la tristeza
Triangle of Sadness (Sue., Fra., R. U., Ale., Tur., Gre., EE. UU., Din., Sui., Méx., 2022, 147 min.). Dir.: Ruben Östlund. Int.: Harris Dickinson, Charlbi Dean, Woody Harrelson, Dolly DeLeon. COMEDIA.
Lo peor: está dividida en tres partes y no todas son igual de buenas.
★★★★★ A FAVOR
En sintonía con la obra previa de Ruben Öslund (The Square), El triángulo de la tristeza es la mejor manifestación reciente de una tendencia en boga (aunque él la haya practicado siempre): la sátira, afilada y saturada de humor negro, del mundo de los ricos. Esta comedia es infinitamente más inspirada, original y radical que la serie de HBO The White Lotus. Sería esa una razón suficiente para abrazarla, pero hay otras: un primer acto brillante
(la escena del ascensor es alta comedia); el descaro con el que Östlund desacraliza el cine de autor (no olvidemos que ha ganado dos Palmas de Oro) con un crescendo escatológico, y una última parte magnífica como estudio/parodia de los realities. Por Desirée de Fez
Lo mejor: bailar al son de ‘Marea (We’ve Lost Dancing)’.
★★★★★ EN CONTRA
Ruben Östlund fortifica la crueldad simplona de El triángulo de la tristeza detrás de boutades que ponen en duda nuestra capacidad misma de juicio. Su protagonista, un modelo woke y burro, seguro que tiene un sentido del humor nulo, ¿verdad? Cuando lo saquen de sus casillas, será el primero en caer de cabeza en las contradicciones. Igual que Östlund, quien se cree de lo más lúcido al ‘descubrir’ la falibilidad humana en un enésimo Señor de las moscas, clamando saber reírse de sí mismo mientras nos interpela como cualquier asno en una discusión de Facebook: ¡Tú también lo harías! Perro ladrador. Por Mariona Borrull
Ent. con Ruben Östlund en pág. 68
ESTRENO: 17 FEBRERO