El bisturí teléfilo
SERIES TEATRERAS
En los últimos años se ha hablado mucho del desembarco de grandes nombres del cine español en las series, pero algo menos de la creciente relación con el mundo del teatro. Se puede recordar Escenario 0, la antología ideada por Irene Escolar y Bárbara Lennie durante el confinamiento que adaptó algunas de las apuestas más rompedoras del Teatro Kamikaze, como Los mariachis de Pablo Remón. Otro de los nombres de Escenario 0, el dramaturgo Miguel del Arco, tiene a punto de estreno en ATRESplayer Las noches de Tefía, crónica del campo de concentración franquista para homosexuales. Por su parte, el éxito en Netflix de la adaptación de la comedia romántica Smiley
de Guillem Clua ha abierto la veda para que lleguen a las plataformas un aluvión de proyectos basados en obras teatrales.
Aunque una de las expresiones más sugerentes de esta relación entre teatro y series no ha tenido lugar en las pantallas, sino en las tablas. Se trata de la obra del Centro Dramático Nacional Los pálidos.
Su autora, Lucía Carballal, veterana de Vis a vis y La edad de la ira, ha volcado sus experiencias en salas de guionistas en una sátira sobre las dinámicas de poder en el mundo del entretenimiento y los debates sobre la responsabilidad social de la ficción. Aunque brilla todo el reparto, merecen una mención Miki Esparbé y Manuela Paso como los guionistas satélites al protagonista que han fracasado en poner en marcha sus propios proyectos o acaban en trabajos alimenticios. Son una reivindicación del trabajo callado de tantos guionistas frente al exceso de vanidad de los mitificados showrunners. ◆