DOS ICONOS PARA CANNES
Paz Vega es una habitual del Festival de Cannes, igual que Campari con su impresionante Lounge. Allí, cóctel en mano –Negroni, su favorito–, la actriz recuerda los momentos icónicos de su carrera.
Cannes lleva 76 años como foco de la cinefilia mundial. Estrellas de todo el planeta acuden a presentar trabajos que marcarán la temporada en las salas. Este año, Paz Vega ha vuelto al Festival de la mano de Campari (protagonista habitual de la historia del cine de todos los tiempos), que repite como partner oficial, y cuyo apoyo al séptimo arte se hace cada vez más presente.
Quedamos con la actriz en el Lounge de la marca, un espectacular espacio en el epicentro de la Croisette convertido en el refugio imprescindible para actores, directores y profesionales del séptimo arte que celebran aquí sus éxitos. “La primera vez que vine a Cannes fue en 2002 con Lucía y el sexo y me dieron el premio Chopard. ¡Imagínate qué bonito fue!”, rememora la actriz. Un filme que también le brindó el Premio Goya a Mejor Actriz Revelación. Su proyección fue astronómica y su ascenso la llevó hasta el mismo Hollywood con categoría de estrella. “No me siento así, pero si he podido servir de inspiración para otras actrices o mujeres por mis trabajos me doy por contenta”, dice. Rodeada del cinematográfico Red Passion de Campari, que impera en cada rincón del emblemático Lounge, la actriz continúa charlando sobre sus visitas al festival de Cannes, una de ellas de la mano de Pedro Almodóvar con Hable con ella –“fue otro momento icónico para mí. Aprendí tanto de él...”– recuerda, y años después (2014) a presentar el biopic Grace de Mónaco con Nicole Kidman.
El presente de la intérprete de Spanglish sigue siendo ilusionante. “Estoy inmensamente feliz, plena. Viviendo una etapa maravillosa”, confiesa, mientras se decanta por su cóctel favorito, Negroni, y anuncia su próximo gran paso. “Tenía un deseo que se va a cumplir: dirigir”. Ese sueño se va a llamar Rita y es una emotiva y tierna historia que plasma “mi visión de la vida a través de los ojos de una niña”. Brindamos por el éxito del proyecto con Campari, la bebida que han inmortalizado Fellini, Sorrentino...