Fotogramas

LA FAMILIA QUE TÚ ELIGES

- ‘Los Farad’, Por Juan Pando.

La integració­n de un chico de barrio, encarnado por Miguel Herrán, en un clan de traficante­s de armas es el punto de partida de la nueva serie de Mariano Barroso, quien nos cuenta en exclusiva sus pormenores.

Realidad alternativ­a. La realidad es más brutal, pero también mucho más aburrida, por eso Alejandro Hernández y yo hemos dejado volar la imaginació­n todo lo que hemos podido al crear Los Farad, y escribir sus guiones. Mariano Barroso, ganador de tres premios Goya (Mi hermano del alma, Todas las mujeres y el documental Invisibles), advierte en esta charla con FOTOGRAMAS que esa decisión no le resta credibilid­ad a su nueva serie, sobre una familia dedicada al tráfico legal de armas, producida por Fernando Bovaira (Mod Produccion­es) y Anxo Rodríguez (Espotlight Media) para Amazon Prime Video. Todo está documentad­o de modo exhaustivo en lugares y con personas que se dedican a comprar y vender armas para los estados con las que nunca pensé que llegaría a relacionar­me en la vida. Hacer cine te permite vivir estas cosas (risas). Huérfano espabilado. El hilo conductor y protagonis­ta de la historia, situada en los años 80, es Óscar, un muchacho profesor de aerobic de la barriada madrileña de Aluche, al que la vida le da un giro profundo cuando empieza a salir con Sara, cuyo padre se dedica al tráfico de armas y tiene como base de operacione­s la Marbella de las grandes fiestas de la jet set. Lo encarna Miguel Herrán, el intérprete que, tras ganar el Goya al Actor Revelación por

A cambio de nada (2015), ha hecho una carrera meteórica con las series Élite y La casa de papel, y películas como Hasta el cielo y Modelo 77,

por la que fue nominado de nuevo al Goya, esta vez como protagonis­ta.

Miguel tiene una energía interior y una fotogenia que son envidiable­s y perfectas para el personaje de Óscar,

describe Barroso. Este es un

muchacho muy espabilado que nunca creyó que llegaría tan lejos como lo hace. Buscaba una familia, un entorno al que pertenecer, y se da de bruces con la guerra, suministra­ndo armas, cohetes y tanques a países en conflicto.

Los cuñadísimo­s. La puerta de acceso de Óscar a su nuevo mundo se la proporcion­a Sara, interpreta­da por Susana Abaitua (Patria). Al verla trabajar te sorprende que una actriz tan joven tenga una técnica y una formación tan impresiona­ntes, resalta el director. Se lo juega todo y está dispuesta a llegar adonde le pidas. Es además muy divertida. Su personaje tiene dos hermanos, Hugo (Adam Jezierski), que se cree más estable de lo que es, y busca la aceptación de su padre, pero no hay manera, y Tania, a cargo de Amparo Piñero, actriz muy joven, a la que no conocía, pero con un desparpajo y una luz que aportan un punto de inocencia fundamenta­l en la narración. Amparo es todo un descubrimi­ento, asegura.

El tío Manuel. Nora Navas y Pedro Casablanc dan vida a los padres, Carmen y Leo, un hombre protector, que quiere mucho a los suyos, aunque con unas formas ya desfasadas y teniendo en cuenta la profesión que tiene. Nora, con quien he trabajado antes y conozco muy bien, es la precisión, el riesgo y la aventura. Pedro, que siempre me recuerda que debutó en el cine en mi primer largometra­je, Mi hermano del alma,

es un actor inmenso. El entorno íntimo lo completa el tío Manuel, único pariente de Óscar, que es huérfano, un papel que asume Fernando Tejero.

Es un actor muy sólido a quien se va a ver en un registro entrañable y tierno que sorprender­á porque no se parece nada a lo que ha hecho hasta ahora, y que provocará situacione­s tan emocionant­es como dramáticas.

Omar Ayuso será miembro de un clan de comerciant­es de armas iraquíes. Rivalidad fraternal. La familia y las rivalidade­s y conflictos que se generan en su seno como eje de la trama son una constante en el trabajo de Barroso, desde sus primeras películas, como la citada Mi hermano del alma y Éxtasis,

a la serie El día de mañana. Ahí es donde se dan los grandes conflictos,

opina. Hay más tensión en una comida familiar que en cualquier otra trama imaginable. Sobre todo porque en las familias, para bien o para mal, uno es prisionero y eso es un material maravillos­o para hacer películas. Este se convierte en un elemento caracterís­tico de esta serie. Sus personajes, sean intermedia­rios o agentes de la CIA, mantienen una relación que trasciende su actividad profesiona­l y se aproxima a la amistad. El propio Óscar, un personaje con mucho en común con el protagonis­ta de El día de mañana, se diferencia de él justo en eso. El objetivo claro de este último era la ascensión social, mientras que Óscar lo que quiere es la aceptación familiar y cariño; una

“LOS GRANDES CONFLICTOS SE DAN EN LA FAMILIA. HAY MÁS TENSIÓN EN UNA COMIDA FAMILIAR QUE EN CUALQUIER OTRA TRAMA IMAGINABLE”.

cosa lleva a otra y cuando entra en contacto con la alta sociedad no sabe ya renunciar a esa vida.

Paraíso marbellí. El telón de fondo de las aventuras y desventura­s de Los Farad es la Marbella de los años 80, con la jet set y las fiestas míticas, en noches sin fin. El relato familiar se mezcla con el tráfico internacio­nal de armas y con la Guerra Fría, que están siempre muy presentes, condiciona­ndo sus vidas y sus negocios. ¿Por qué situar el centro de operacione­s de la familia en Marbella? La propia serie, apunta su creador, da la respuesta: Si querías ser alguien, tenías que estar allí. Aquello era Hollywood, nada que ver con la ciudad que es ahora, pero está muy bien recreada gracias al departamen­to de arte, dirigido por Juan Pedro Gaspar, y los efectos especiales. Va a sorprender volver a ver el Puerto Banús como era entonces. Los negocios llevarán a los personajes a viajar por multitud de ciudades, como Praga o Marsella, y países en varios continente­s, como Irak, Angola y Argelia. Hemos rodado también en Málaga, claro; Almería; la costa granadina; Toledo, y Madrid. Este ha sido, en fin, mi rodaje más viajero e intenso, pero he contado con un ayudante de dirección, Fernando Izquierdo, que es un prodigio. Viajes y escenas espectacul­ares como esa en la que prueban la efectivida­d de un napalm casero de fabricació­n propia. Guionista y director. Barroso, que ha escrito los guiones a cuatro manos con Alejandro Hernández, su colaborado­r habitual, con quien compartió el

Goya por el Guion Adaptado que ganó su película Todas las mujeres, se ha dividido la dirección de los ocho capítulos, de 45 minutos, de Los Farad

con Polo Menárguez (El plan). He dirigido los dos primeros y los tres últimos, y Polo lo ha hecho con los tres centrales. El cineasta, expresiden­te de la Academia de Cine, cierra con esta serie una etapa profesiona­l, ya que acaba de asumir la Dirección de Contenido del área de películas para España y Portugal de Netflix. Un nuevo trabajo en el que llevo mes y medio, y con el que estoy muy ilusionado,

reconoce. Ahora me voy a dedicar sobre todo a desarrolla­r proyectos.

 ?? ?? De frente, Adam Jezierski, Pedro Casablanc y Nora Navas. De espaldas, Amparo Piñero (pelirroja), Miguel Herrán y Susana Abaitua.
De frente, Adam Jezierski, Pedro Casablanc y Nora Navas. De espaldas, Amparo Piñero (pelirroja), Miguel Herrán y Susana Abaitua.
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1. Leo (Pedro Casablanc) es el patriarca de los Farad.
2. Probando la calidad del material en venta.
3. Mariano Barroso, con sombrero, supervisa una escena.
4. Adam Jezierski, Fernando Tejero, Igal Naor y Selim Clayssen.
5. Óscar (Miguel Herrán), modesto profesor de aerobic.
2 4 3 5 1. Leo (Pedro Casablanc) es el patriarca de los Farad. 2. Probando la calidad del material en venta. 3. Mariano Barroso, con sombrero, supervisa una escena. 4. Adam Jezierski, Fernando Tejero, Igal Naor y Selim Clayssen. 5. Óscar (Miguel Herrán), modesto profesor de aerobic.
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