CINCO FLASHES EN CINCO FRASES
# Me quedaba como última esperanza de salvar el desastre de la Marvel estos últimos años, además de los Guardianes de la Galaxia de James Gunn, quien sí ha cumplido con mis expectativas, el regreso de Miles Morales, el Hombre-Araña animado que tanto me gustó. Sin embargo, Spider-Man: Cruzando el multiverso es un caos sin medida (su metraje es una losa) que malbarata los aciertos del film anterior y que confunde mareo con espectacularidad.
Alejo Pineda (vía e-mail).
# Acto de protesta social, declaración de principios testamentaria y toma de postura, acaso suicidamente romántica, a favor del cine, Los osos no existen no sé si es la obra maestra del iraní Jafar Panahi. Lo que sí sé es que conecto con y comprendo el hambre del autor por rodar y por su creencia en que con ello, con poder contar historias con su cámara, pese a quien pese, será libre. Nos hará libres
Suso Aira (vía Facebook).
# Habrá quien eche de menos los galimatías necesitados de una ingesta masiva de biodraminas a los cuales nos tenía acostumbrados Michael Bay en los títulos anteriores. Servidor agradece que Transformers: El despertar de las bestias siga el estilo de la deliciosa Bumblebee para ¡por fin! regalarnos la aventura de estos personajes que disfrutábamos en los dibujos animados y en los cómics.
Marcos Llorente (vía e-mail).
# The Boogeyman sigue la estela de este revival del cine de terror sin complejos por ser de terror y sin tener que vestir una camiseta con eslóganes. En ese sentido, da miedo. Pero también es muy fiel a las adaptaciones en los años 80 y primeros 90 de los cuentos de Stephen King, y su aire a serie B que se toma libertades con el texto original funciona.
Adela Sañudo (vía e-mail).
# Muy malos tiempos para Disney, sumida en ingenierías sociales y no en el cine. La puntilla ha llegado con este horror acuático que es La Sirenita en imagen real (o en imagen generada por ordenador). Peor todavía que las otras conversiones de clásicos animados, la película toca fondo por culpa de su voluntad de ser reflejo de una sociedad ahogada en la corrección.