‘Vincent debe morir’
DE QUÉ VA: De repente, todo aquel que se cruza con el anodino Vincent siente el impulso de matarlo. Solamente una mujer, con los ojos vendados, tratará de ayudarlo.
En este mundo cruel. Curtido en el cortometraje y alguna incursión en la televisión, el francés Stéphan Castang quería debutar en el largometraje con un proyecto plenamente personal… y paradójicamente lo consiguió a través de un encargo profesional: Mientras iba moviendo un guion y una historia mía, algunos de los productores con los que hablé me dijeron que si me importaría dirigir uno ajeno, recuerda Castang. Soy educado, dije que sí, y leí el guion de Vincent debe morir. Me enamoré de él, y tuve unos poquitos celos porque en esa historia había mucho de mis intereses como cineasta. Así que lo que hice es, siendo fiel a la letra, llevarlo a mi mundo y obsesiones, una de ellas la deshumanización en la cual vivimos. Estamos en un momento de la sociedad en que la violencia se ha adueñado de nuestras vidas. Una violencia sin razón. La película lleva esa premisa hasta el extremo.
Violencia y amor. Con influencias fantastique (La invasión de los ladrones de cuerpos), Castang ve su film como una comedia romántica brutal. Tal como la hubiese imaginado Franz Kafka, pero también puro romanticismo.
Para mí, lo importante era la relación tan peculiar, pero tan esperanzadora, entre los personajes de Karim Leklou y Vimala Pons. Eso es lo verdaderamente auténtico. He huido de mostrar la violencia de manera estilizada, ‘bonita’, y sí como lo absurda y sucia que es. No hay tampoco una explicación al porqué de lo que sucede. No importa. Lo que sí importa es cómo la simple idea de amar puede salvar a una persona. Salvar al mundo entero quizás.
ESTRENO: 8 MARZO
Vincent doit mourir (Fra., Bél., 2023, 115 min.). TERROR.