ALFARO: ¿POR QUÉ HAY UNA TUMBA VERTICAL?
Alfaro es un pueblo muy peculiar. En su camposanto, entre tumbas que velan por el descanso eterno, se halla un enterramiento que desde la mitad del siglo XIX adquiere título de leyenda. Se trata de la única tumba vertical que existe en España. Su residente: Don José Mauleón y Giménez, fallecido el día once de enero de 1869 a los 28 años de edad. ¿Cuál es su historia? Según investigadores locales, el joven don José, terrateniente de Mendavia, se había enamorado de una sirvienta que la familia Sáenz de Heredia había traído de Cuba. Las diferencias sociales entre los enamorados impedían el enlace, por lo que hubieron de vivir su amor de forma clandestina. Hasta que ella enfermó de viruela y murió. A los pocos meses, fue él quien cayó víctima de la misma enfermedad. En su lecho de muerte, dejó escritas sus últimas voluntades: “Lo que la vida me quitó, que no me lo niegue la muerte”. Que traducido, quería decir que fuese enterrado de pie, a unos pocos metros del panteón donde su amada había sido sepultada. La petición iba dirigida a su cuñado, hombre diligente que no escatimó recursos para hacerla cumplir. Desde entonces, gracias a sus gestiones, allí descansan los dos, uno frente al otro. Los pocos metros que separan las tumbas quedan hoy como símbolo de un amor imposible en vida, pero que sus protagonistas perpetuaron más allá de la muerte.