UNA REGALO PRIMAVERAL
La fecha nunca es la misma. Solo se sabe que a principios de primavera, y durante diez días, el valle cacereño del Jerte se viste de blanco con los millones de flores de los cerezos. Todos hemos visto estampas inolvidables de este paisaje, pero la que acompaña estas líneas es diferente. El fotógrafo español Carlos Sánchez Pereyra la tomó hace tan solo unos días con su dron. Sánchez sabía que la floración sería tardía, por lo que esperó hasta principios de abril para desplazarse hasta allí. Aun así, tuvo que esperar tres días debido a las intensas lluvias que durante estos días cayeron en la zona. Después de 25 años recorriendo el mundo en busca de una imagen, Sánchez tenía claro que, además de un buen equipo fotográfico, siempre debía incluir en su maleta una buena dosis de paciencia. El tiempo se agotaba, hasta que la última mañana que pensaba permanecer en el valle extremeño amaneció con unas condiciones meteorológicas óptimas para “soltar” su pequeño dron. La idea que llevaba tiempo persiguiendo era ofrecer una perspectiva de la floración del Jerte totalmente distinta a la habitual, una perspectiva que la naturaleza nos regala solo una vez al año. Lo consiguió.