LA FUGA DEL ALCATRAZ
En busca de un espacio para anidar, la silueta majestuosa del alcatraz atlántico ( Morus bassanus) sobrevuela la compacta colonia de más 50.000 parejas que habita la isla de Bonaventure, cerca de Percé, en Quebec (Canadá). El alcatraz atlántico –que pesa de tres a cuatro kilos y tiene una envergadura de entre 165 y 180 centímetros– solo acude a tierra para anidar y cuidar a sus crías, algo que realiza en enormes colonias como la que muestra la imagen. Algunas de estas colonias reproductoras son utilizadas por los alcatraces desde hace cientos de años. Según la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (UICN), la población mundial de estas aves se eleva a alrededor de un millón y medio de individuos, repartidos en 45 colonias. Entre las más grandes, ubicadas en Europa, están las de las islas Hébridas, con unos 60.000 nidos, Islandia y la costa este de Escocia. En Norteamérica, las más frecuentadas son las costas de Terranova y las islas del golfo de San Lorenzo. A la vista de la extraordinaria aglomeración, el alcatraz volador de la foto ha optado por una huida más que justificada.
Centrado en trabajos sobre la vida salvaje y la naturaleza, el fotógrafo canadiense Jacques-André Dupont se publica en revistas como Canadian Geographic, Wildlife Photographic, Outdoor Photography, National Geographic, Paris Match, The London Telegraph, Pravda... Además de haber ganado varios galardones internacionales, Dupont defiende que el objetivo de su fotografía es mostrar a todo aquel que la quiera ver la belleza de la naturaleza.