DE PIES A CABEZA
Sangre, escarlata, carmesí, cereza... la paleta del color de la pasión es rica y variada. Pero sólo hay una manera de hacer que destaque con personalidad propia: dotarla de protagonismo. El total look en rojo se convierte en una opción muy a tener en cuenta.
“En España sobra talento creativo. Tenemos material de calidad demasiado cerca para no conocerlo. Hay muchas personas que buscan una experiencia de compra sencilla, agradable y con marcas muy escogidas. Todo ello nos convenció y nos inspiró para crear Smartluxury.es.”
fabrica relojes analógicos y muchos otros complementos, como correas de perro a juego.
Algo exactamente igual le pasó a Maite Gonzalez, artífice de Smartluxury, plataforma con marcas nicho de origen español. “Todo surgió fruto de una etapa de transición profesional. De esos momentos en que te replanteas todo lo que has hecho hasta ahora y crees firmemente que puedes abarcar más. Y no es nada fácil dar el paso pero llegó mi segunda hija y el hecho de poder desconectar durante unos meses me inspiró.”
Tanto Maite como Ángela tuvieron en mente la urgencia e importancia del concepto novedad en un momento de la historia en el que todo parece estar inventado en cuestiones virtuales. “Me di cuenta de que en España no había ninguna plataforma online de referencia donde encontrar creaciones seleccionadas, marcas con alma y una historia que contar. Buscaba la autenticidad”, cuenta Maite. La posibilidad de prescindir de un espacio físico fue un gran aliciente a pesar de adentrarse en aguas cambiantes y caprichosas. “Internet es una locura, el mundo online es muy dinámico y simpre está cambiando. Tienes que estar formándote continuamente, no puedes relajarte”, reconoce Ángela.
Reescribiendo el futuro del e-commerce.
El bombardeo constante de información, la frialdad de lo digital o la saturación son problemas a los que estas emprendedoras online se enfrentan. Por eso es importante trazar un plan de acción y, sobre todo, buscar la manera de mantenerse fiel a uno mismo. “Apostamos por la venta sostenible e intentamos frenar la compulsividad. Hay que educar al cliente y a las empresas para que sean conscientes de lo que conlleva comprar y devolver, el impacto medioambiental que tienen las transacciones”, concluye Ángela.