VIVIR CON UN ROBOT
Varias películas, desde Metrópolis (1927) a El Dormilón (1973), imaginan, de forma satírica en algunos casos, cómo sería nuestra vida conviviendo con un robot. En el caso del filme de Fritz Lang le dibuja como incitador a la rebelión. Atendiendo al sintoísmo, religión que reconoce la existencia de alma en cualquier objeto, la pasión por la tecnología quizá nos haga abrazar esta creencia en un futuro cercano (algo que por otro lado posiblemente ya hagamos), aunque ello cambiaría los patrones sociales actuales. ¿Estamos en el camino de que Occidente vuelva a ser animista?