KARDASHIAN
CONTRA EL REINADO DEL MAL El asalto y robo a Kim Kardashian en su hotel de París durante la última Semana de la Moda está trayendo cola. Y mucha. Nunca una celebrity tuvo tanto poder sobre la opinión pública. Texto: Màxim Huerta
dado la vuelta a París y al mundo, también a las entrañas del selecto mundo francés.
El mismísimo François Hollande se ha involucrado en la investigación y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, le ha enviado su apoyo, “siempre será bienvenida a París”. Ella y todos, masticaría entre dientes la alcaldesa cuando cerrara el despacho. Para los franceses, la seguridad es de vital importancia y la frivolización de un tema grave les enfada. “Este show no nos gusta”, zanjó mi amiga frente al café.
Al reality que ha montado de su vida la ¿actriz ?, ¿bloguera?, ¿modelo?, ¿famosa?, le faltaba un episodio de novela negra. Y ha sido en París. Seguramente no querría, nadie quiere. ¡Hasta ahí podíamos llegar! Pero la ficción en la que vive es tan excesiva, tan exagerada, que todo parece tristemente de plexiglás. Una vuelta de tuerca, un fallo de guión o un susto innecesario en medio del relumbrón. Por eso hay poco sentimiento de misericordia ante el drama de Kim. En la ficción y en los cuentos siempre somos más de Robin Hood y poco de Cruella de Vil. Empatizamos más con Cenicienta sentada en la calabaza que con la reina frente al espejo. Es así. Alguno habrá que sienta compasión, pero pocos. Un drama doble, que te roben y, encima, que no te lloren.
Ahora está enclaustrada , encerrada en casa con la amarg ura del shock y perdiendo dinero porque cancela eventos. Esto, resumido en palabras del mundo Kardashian, sig nifica que su salida a los medios y ante los fotógrafos promete ser el big bang de la fama.