Ellie Bamber LA PELIRROJA QUE AMA HOLLYWOOD

A sus 19 años, esta actriz británica ha conseguido trabajar a las órdenes de Tom Ford en

La conocimos en la comedia de terror romántica Orgullo+prejuicio+zombis, donde interpretaba a una de las hermanas Bennet encargadas de combatir a un ejército de muertos-vivientes. Ahora, Ellie Bamber regresa con Animales nocturnos, la esperadísima nueva película de Tom Ford, en la que interpreta a la hija de Isla Fisher y Jake Gyllenhaal. Todo comienza cuando los tres inician sus vacaciones, pero el viaje se vuelve violento cuando se cruzan en el camino de una peligrosa banda. Durante la première de la película en Los Ángeles, Ellie sólo tuvo buenas palabras hacia el diseñador y director de cine del que dijo que tiene “un ojo único para sacar partido de los peque- ños detalles y transmitir su pasión a todo el equipo”. Además, su interpretación ha gustado tanto que directores como Lasse Hallström han contado con ella para su próxima película, donde compartirá protagonismo con estrellas de la talla de Keira Knightley o Morgan Freeman.

Elegancia británica. Nacida hace 19 años en Surrey (Gran Bretaña), Ellie reconoce que a los cuatro años ya actuaba delante de sus padres y que su sueño era ser actriz. Como no podía ser menos, su belleza no pasa inadvertida, por eso son muchos los diseñadores que han decidido apostar por ella en la alfombra roja. ¿Estaremos ante la it girl del 2017?

Sasha Lane y Shia Labeouf. Ella es una adolescente rebelde que huye de su casa ; él, el líder de una pandilla que vive el día a día. Ambos se enamoran hasta llegar al límite en American Honey, dirigida por Andrea Arnold. Jon Hamm y Gal Gadot. Son los protagonistas de Las apariencias engañan, donde interpretan a los Jones, un matrimonio que vive una vida sofisticada y llena de lujos. Sus vecinos les envidian hasta que descubren que... son espías. Alberto Ammann y Clémentine Poidatz. Se atreven a viajar hasta Marte en una súper producción sobre el planeta rojo que puedes ver en National Geographic Channel. Seis episodios donde el documental y la ficción conviven para hacer realidad un apasionante viaje. ¿Nos unimos a ellos ? Brad Pitt y Marion Cotillard. En su nueva película , Aliados, interpretan a un oficial de intelig encia que se enamora de una miembro de la resistencia francesa en una misión tras las l íneas enemigas. Chris Pratt y Jennifer Lawrence. De nuevo nos vamos al espacio con Passengers, una ficción sobre dos pasajeros que despiertan de la criogénesis 90 años antes de lo previsto, teniendo que hacer frente a una atracción sin límite. Penélope Cruz y Chino Darín. 20 años después de La niña de tus ojos, Macarena Granada regresa convertida en una estrella de Hollywood. En La reina de España tendrá que enfrentarse a la nueva situación del país y a un nuevo amor. Jude Law y Colin Firth. La relación entre un joven escritor de éxito y su descubridor es el hilo conductor de El editor de libros, una película sobre la amistad entre dos hombres brillantes.

la mayoría es ya la única forma de acceso. Así que recuerda, DNI en mano para identificarte en la puerta porque... prueba dos de la yincana, la experiencia es un grado y alg unos elevan la edad mínima a 20 o 25, al menos viernes y sábados.

Prueba 3: el outfit. No todos los locales son tan estrictos como se dolía aquella canción de El Canto del Loco. En alg unos, las zapatillas deportivas son la pieza clave con la que no vas a equivocarte. Hay géneros musicales que puede ser toda una pesadilla si intentas bailarlos subida a unos tacones, así que, ante todo, sentido común. Esto no quita que siga habiendo clubes que se declaran muy exigentes con la vestimenta y no les arruga dejarte plantada en la puerta por haber pensado que unas bailarinas eran un dress code aceptable para un sábado cualquiera. En esos casos, zapatos de tacón puestos y las polémicas bailarinas al bolso ( porque el momento de rescatarlas llegará, y lo sabes). Si no disfrutas con tanta etiqueta y te molesta que el portero tenga la potestad de dejarte fuera por tu aspecto, lo mejor es que pases a otros planes. Hay garitos para todos los estilos. ¿Y si hay un escenario desde el que piscinarse? ¿Y si pasan una tabla de surf sobre el público, a la que encaramarte? ¿Te vas a quedar sin probarlo por calzar tacones o una falda estrecha? Como siempre, la información es poder y buscar el sitio en internet o, tal vez, mirar un par de reseñas en Google Maps antes de ir, puede darte la clave de si es o no tu sitio. Aunque seguro que mientras lleves la fiesta contigo, lo pasarás bien en todas partes.

Cuatro letras le han bastado a Iván Ferreiro (Nigrán, 1970) para bautizar su sexto disco: Casa, una palabra corta, sencilla y sin pretensiones, que encarna la grandeza del romancero más canalla del panorama nacional. “Casa son muchas cosas. Mi casa en Galicia, donde pago la hipoteca. La habitación de un hotel, el escenario, la furgoneta, el bar de carretera con el menú del día, mis compañeros, etc. Es decir: donde esté a gusto. Deberíamos sentirnos así en cualquier lugar del planeta. Quizá por eso me gustan las fotos de la Tierra en las que no se distinguen las fronteras”, confiesa a media voz el artista, mientras se recuesta en un sofá chester.

De pirata a poeta. Mucho ha llovido desde que Iván Ferreiro surcara los escenarios de nuestro país subido a un barco pirata. Tanto que hoy, aquel veinteañero que tiraba por tierra sus promesas en cada concierto nos habla con la sabiduría de una persona que ha llenado su mochila de lecciones y su negra cabellera de alguna que otra cana. “Creo en la superación y en el hecho de llegar lo mejor posible a la muerte. La vida nos va a dar momentos de mierda, pero no por eso podemos estar de bajón. En este disco he querido mostrar precisamente esto. Aunque no haya tenido un año lleno de alegrías, sigo contento. Intento tener una actitud positiva. Las cosas negativas son horribles cuando te las tomas en serio o te estás castigando constantemente por ellas”, reconoce Ferreiro antes de darle un sorbo a la taza que tiene delante.

Y que cumpla muchos más. Inmerso ya en la vorágine de los cafés one to one con la prensa y los directos junto a sus fieles seguidoras, Iván se muestra más enérgico que nunca. “Tengo 46 y estoy encantado. No quiero tener ni 44, ni 35 ni 27. Espero seguir tocando toda mi vida. Me quiero morir subido a un escenario. No quiero hacerlo en mi cama rodeado de mi familia, ni nada parecido. Quiero que me pille en medio de un disco o en un concierto, con la poca voz que me quede”, termina el artista.