“LA MODA LLAMÓ A MI PUERTA, ANTES, NUNCA ME INTERESÓ”
y convive con el lujo. ¿Por qué crees que es así? SOFÍA: Es una generación que no sigue el estilo de nadie, sabe lo que quiere y apuesta por ello. Quiere vivir mejor y saca conclusiones de los errores de la generación anterior. Los primeros millennials quizá no crecimos tan orientados al lifestyle. En cambio, ahora hay mucha información, eligen la versión que quieren. Y las firmas asumen que si lo que les gusta es su bienestar, ¿por qué no ayudarles a obtenerlo? Es bueno que el mercado se adapte a eso y que marcas como Chanel o Dior hayan lanzado zapatillas. La generación actual no quiere sufrir por estar guapos. GLAMOUR: En tu caso, compartir tus proyectos en las redes sociales es la mejor campaña de publicidad. ¿Se han convertido en tu mejor herramienta de márketing? SOFÍA: Cuando empecé a diseñar y vender los vestidos, opté por compartirlo... Podría haber hecho un advertising en una revista, pero preferí promocionarlo en mis redes sociales. Luego, me encontré con que algunas revistas quisieron contarlo –algo verían– y salió muy bien, se vendieron todos. Pretendo hacer lo mismo en el futuro. En mi viaje a Kenia vi telas que me g ustaron. No las llevaría como los masáis, pero sí de una manera que me g uste usarlas en cualquier parte del mundo, no necesariamente en África. Hago lo que a mí me g usta. Y es maravilloso ver que a la gente también. GLAMOUR: ¿Qué es el lujo para ti? SOFÍA: Es calidad. Es algo que a uno le inspira. Es algo que viene del lugar correcto, ya sea de un chiringuito en medio de la nada o de una tienda 5 estrellas... El lujo no está reñido con el precio, tiene más que ver con algo que es especial para uno. No es una marca ni un logo; no es cómo se ve, sino cómo se siente. GLAMOUR: Y con tanto viaje, ¿qué cosas añoras? SOFÍA: Echo de menos la rutina de un horario, despertarme y estar en mi casa, ir al supermercado, prepararme el desayuno, hacer deporte por la mañana y ver películas por la noche. Pero cuando llevo tres días haciéndolo necesito libertad. GLAMOUR: ¿Cuándo empiezas a interesarte por la moda? ¿O es la moda la que se fijó en ti? SOFÍA: Nunca fui muy fashionista, mis hermanas en cambio eran las más cool. Les robaba la ropa. Empecé a trabajar en dirección de arte y a salir con alguien a quien le interesa la moda... Entonces comencé a estar más expuesta a fotógrafos y estilistas. De repente, tenía que ir mejor vestida... Empecé a consumir viviendo en Nueva York, pero con el tiempo he conseguido despegarme de esa ansiedad. Creo que me convertí en generación Z en el proceso de ser millennial. Ahora soy mucho más selectiva y exquisita con mis gustos. GLAMOUR: ¿Qué es tener estilo? SOFÍA: Es lo que nos quieren vender desde hace cien años, pero es un concepto acotado. Es bonito acoplarse a la personalidad de uno y cambiar seg ún lo que hagas. Si uno siempre es ig ual y viste ig ual, tiene un estilo muy definido, bien por él ; pero yo por suerte soy cambiante. Soy la misma persona, pero puedo tener dos looks extremos y absolutamente diferentes. GLAMOUR: ¿Se puede formar parte de una industria tan efímera sin perder el norte? SOFÍA: Sí, se puede, siendo muy honesto con uno mismo y teniendo a tus seres queridos muy cerca. Mis amigos son mis amigos y el trabajo es el trabajo. A veces se mezcla, pero se trata de ser realista y no vivir instalado en el lujo. Puedo estar comiendo caviar durante las fashion weeks y hacerme una pasta en casa la semana siguiente. Se trata de hacer balance. GLAMOUR: ¿Cómo te ves en 10 años? SOFÍA: Con muchos proyectos, pero más cómoda. El otro día hablaba con Isabel Marant y le pregunté qué hará cuando tenga un minuto libre. “Vasitos de cerámica”, me dijo. Me parece genial que alguien tan exitoso piense en el futuro haciendo algo tan sencillo y que, sencillamente, le haga feliz.