Jonathan Anderson

“NO QUERÍA CREAR UN PERFUME UNISEX, SINO UNA FRAGANCIA PARA COMPARTIR”

Que su juventud y aspecto aniñado no te confundan. Jonathan Anderson (Magherafelt, Irlanda del Norte, 1984) es un hombre con las ideas muy claras. Director creativo de Loewe desde 2013, supo desde el primer momento que “alg ún día la marca sería tal y como la imaginaba en mi cabeza”. Adalid de una moda transversal, sus colecciones no entienden de género y, ahora, tampoco sus perfumes. El diseñador debuta en el mundo de los aromas con Loewe 001, dos fragancias –femenina y masculina– pensadas para ser compartidas. GLAMOUR: Dicen que los perfumes cuentan historias, ¿cuál es la de Loewe 001? JONATHAN: Nunca antes había creado un perfume. Quería conseguir el olor de la mañana siguiente a cuando conoces a alguien por primera vez. Y quería que ambos aromas, femenino y masculino, fueran capaces de interactuar. Me gusta la idea de que los dos perfumes armonicen y de que tanto el hombre como la mujer puedan utilizar ambos. No es un perfume unisex, sino una fragancia para compartir. GLAMOUR: ¿Por qué se llama Loewe 001? JONATHAN: Ese primer segundo, esa primera impresión que marca el comienzo de algo. GLAMOUR: ¿Qué importancia tiene el perfume para ti? ¿Recuerdas tu primera fragancia? JONATHAN: El perfume es parte de un estilo de vida. Cuando era joven, estaba obsesionado con un aroma fresco y casual. En la universidad pasé por una etapa en la que podía llevar cualquier perfume, ahora... tengo la suerte de tener Loewe 001 y, aunque no podría darte nombres, he encontrado otras fragancias para usar de vez en cuando. GLAMOUR: ¿Por qué Lisa Tomaschewsky y Jonas Nay eran la mejor opción para esta campaña? JONATHAN: Cuando los vi actuar en la serie de televisión Deutschland 83, pensé que tenían muchísimo talento. Tienen un nuevo look and feel y un estilo propio. GLAMOUR: Tú también estudiaste interpretación, ¿por qué cambiaste esta profesión por el diseño? JONATHAN: De niño participé en algunas representaciones teatrales e incluso asistí a la escuela de teatro. Intenté muchas cosas, pero acabé dándome por vencido. No quería dedicarme a algo en lo que no fuese el mejor, y sabía que no era el mejor actuando. Siempre he disfrutado con la fantasía de la moda, a los 15 años empezó mi obsesión por ella. GLAMOUR: Han pasado tres años desde que te nombraran director creativo de Loewe. ¿Cuál es el balance? JONATHAN: Cuando aceptas este volumen de trabajo, tienes que creer que puedes hacerlo. La gente piensa que los diseñadores son los responsables de la creación de una colección en su totalidad, pero es un trabajo en equipo. Trabajo con grandes profesionales y a menudo delego en ellos, de lo contrario, no sería posible. Cuando me puse al frente de Loewe sabía que un día la marca llegaría como la imagino en mi cabeza. Y en ese punto estoy. GLAMOUR: ¿Qué te inspira? JONATHAN: Me gustan las cosas muy puras, nada químico. GLAMOUR: De pequeño pasaste algunos veranos en Ibiza, ahora vives a caballo entre Madrid y París. ¿Qué es lo que más te gusta de la vida en España? JONATHAN: Cuando era joven mis padres pasaron temporadas en Ibiza. Podías ver a las mujeres y a los hombres sin apenas ropa en la playa, fue muy liberador. Con respecto a Madrid, la encuentro muy diferente al resto de capitales europeas. Sorprendentemente relajada y relajante. GLAMOUR: La historia de Loewe 001 es la de la mañana siguiente al primer encuentro entre dos personas. ¿Cómo es tu mañana perfecta? JONATHAN: Despertándome tarde. GLAMOUR: ¿Cuál es tu meta en Loewe? JONATHAN: Creo profundamente en la idea de una marca cultural y eso lleva su tiempo. No quiero construir una marca de lujo tradicional. Quiero que todo el mundo se sienta bienvenido en una tienda de Loewe, incluso si no vas a comprar nada. Se trata de la experiencia : que disfruten de la colección, pero también del arte y de la decoración. Ésta es una de las razones por las que estamos abriendo una tienda de flores en nuestra nueva Casa Loewe en Madrid, la gente puede pasear con un bolso de Loewe o con un ramo de flores de 30 euros.