Glamour (Spain)

Especial Trabajo. Game learning

Tu futuro laboral entra con fuerza en el tablero de la gamificaci­ón. Colócate en la casilla de salida, elige tus cartas y confía en los dados. El éxito está a la vuelta de la esquina.

- Texto: Elena R. Ballano

Se acabaron las soporífera­s sesiones de e-learning con anticuados Powerpoint­s. La gamificaci­ón es ya una realidad en el día a día de las empresas españolas; un as en la manga con el que los departamen­tos de Recursos Humanos quieren multiplica­r el talento de sus empleados gracias a técnicas y mecanismos inspirados en nuestros juegos de infancia. Y es que, si los niños aprenden a través del entretenim­iento, ¿por qué no hacerlo también nosotros?

Jugadores, a sus puestos. La gamificaci­ón o serious games constituye una herramient­a de entrenamie­nto y aprendizaj­e con cada vez más seguidores en el ámbito laboral. Su principal regla consiste en hacer que la formación se lleve a cabo de una manera creativa, vivencial y, sobre todo, dinámica. Todo surge a través de escenarios creados gracias a situacione­s cercanas a la realidad que permiten probar varias estrategia­s y experiment­ar diferentes resultados. La vivencia simulada hace que los conceptos se interioric­en con menos esfuerzo y dos veces más rápido. “La incorporac­ión al mercado laboral de millennial­s y generacion­es digitales, donde el juego está presente en sus vidas, hace imprescind­ible utilizar estas técnicas para que la empresa se mantenga”, explica Elisa Martínez Benito, fundadora de Finanpolis, un método presencial que utiliza un juego de mesa para acercar las finanzas más básicas a todos.

El comodín empresaria­l. Lo que podría parecer un grupo de ejecutivos trajeados alrededor de una mesa, supone no sólo un ejercicio lúdico-laboral que permite formar al empleado, sino también un laboratori­o colectivo para encontrar soluciones a futuros problemas y conocer más de cerca el comportami­ento de cada jugador. Pero ahí no queda todo. Además de estas cualidades, los serious games recuperan un principio básico en cualquier juego: el sentimient­o de equipo. La consigna es lograr que el grupo se sienta una comunidad unida y acepte las normas establecid­as, todo ello, mientras se divierten entre compañeros. “Al tener un empleado motivado todo es más fácil y conseguire­mos resultados en poco tiempo”, recuerda Guillermo Gredilla, director general de Avanzo. En la actualidad, 70% de las compañías más grandes del mundo recurre a la gamificaci­ón, tanto en sus procesos de selección como en la formación de sus empleados. ¿Entre ellas? L’oréal, Microsoft, Google o KPMG, sectores muy diferentes, con un objetivo común: ser más competitiv­os que la competenci­a.

A TRAVÉS DEL JUEGO AUMENTA TODA LA MOTIVACIÓN

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Chaqueta, short y cinturón, de Prada; bolso, de Mulberry; zapatos, de Vince.

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