Glamour (Spain)

Fuera de serie. Biohacking

Si hay una ciudad donde conviven estar sano, ser perfecto y convertir tu vida en un ritual sin toxinas, ésa es L.A. Allí meditan, sueñan con vivir cien años y cuidan el medio ambiente tanto que no usan ni plástico ni papel. De comer carne... ¡ni hablamos!

- Texto: M Estévez

De todos los movimiento­s o métodos que aterrizan cada ¿día...?, ¿seg undo?, en Los Ángeles, hay uno que nos l l ama especialme­nte la atención. Se llama biohacking y es algo así como despertar tu cuerpo a la biología. Ante tu cara de asombro, lo mejor es empezar desde el principio.

Digamos que es un cambio de actitud que afecta a tu día a día desde diferentes ángulos. Por un lado, la movilidad, porque no permitimos a nuestro cuerpo permanecer sentado durante horas. Por otro lado, afecta a la nutrición, ya que los alimentos que ingieren los biohackers en ningún caso están procesados. También prestan atención a la naturaleza y a los biorritmos del cuerpo, lo que se llama “ir con el flow” (algo así como hacer lo que te pide el cuerpo). Otro de los preceptos que sugiere este movimiento consiste en escuchar música, meditar, mostrar gratitud y, sobre todo, mantener alerta la atención de nuestro cerebro restaurand­o el estado de conscienci­a.

Culen Richardson, presidente de una start-up y biohacker confeso, nos lo explica muy bien: “Vivo entregado a maximizar mi potencial biológico. Por ejemplo, desayunand­o café con aceite de coco y mantequill­a he mejorado mis hábitos de sueño, mi temperamen­to y mis niveles de estrés. Medito todos los días, he cambiado mi dieta y mis rutinas para alcanzar la claridad mental que necesita esta evolución personal”. Estos biohackers sueñan con vivir hasta los cien años con una gran calidad de vida, quizá por ello se han convertido en conejillos de indias de su propia manera de vivir y enfrentars­e al día a día. “Muchos de nosotros seguimos la dieta paleo, no ingerimos ningún tipo de azúcar y nos saltamos alguna que otra comida porque es importante realizar horas de ayuno. No se trata de hacer una dieta, sino de mantener un patrón de conducta”, concluye Richardson.

Una sociedad no-tóxica. Pero el método biohacking no es el único que encontramo­s en Hollywood. Allí, cual-

quier sinónimo de vida ecológica exige un compromiso, una entrega absoluta a un estilo que implementa soluciones para una sociedad más limpia de toxinas.

Uno de sus grandes gurús en Hollywood es el actor Woody Harrelson, cuya pasión por el medioambie­nte le convirtió en vegetarian­o hace dos décadas y más tarde en instructor de yoga. “No se trata de dar sermones sobre mi forma de vivir, no pretendo que los demás hagan lo mismo. Sigo una filosofía que interpreto como respeto hacia el medioambie­nte. Quiero educar a la población adulta a cuidar de los recursos; no se trata de gastar menos, sino de utilizar lo que tenemos con más responsabi­lidad.” Considerad­o por PETA como una de las celebritie­s vegetarian­as más influyente­s del mundo, Woody reconoce que trata de hacer ejercicio cada día. “Me gusta el yoga, me gusta educar mi cuerpo en esta filosofía, pero hay muchos tipos de yoga donde elegir.” En cuanto a su ropa, Harrelson compra siempre telas orgánicas. “Piensa en los pesticidas. Sueño con una vida completame­nte orgánica. Soy consciente de mi trabajo, aunque también me con- sidero un hombre espiritual que sabe de la inevitabil­idad ecológica. Cuando reflexiono sobre el planeta, llego a la conclusión de que hace tiempo que tiramos de la cadena y ya no hay nada que hacer.”

Quiero un huerto urbano. En Los Ángeles se han creado comunidade­s que invitan a vivir de manera sostenible. En ellas se protege el medioambie­nte y se castiga el derroche de agua, mientras que, al mismo tiempo, revitaliza­n la economía desarrolla­ndo programas como huertos urbanos que alimentan a los niños en los colegios. Los angelinos invierten en energías renovables, en techos recubierto­s por paneles solares, en tuberías que reciclan el agua para los jardines y el inodoro o en la utilizació­n de plantas autóctonas que no necesitan excesivo cuidado. Además, gran parte de la población compra en los Farmers Markets productos locales y en cada vecindario se han establecid­o mercados semanales, parecidos a los tradiciona­les mercadillo­s, a los que acuden los granjeros de la zona a vender.

Guerra al papel y al plástico.

¿Que todavía usas ser villetas de papel? Pues no le digas a uno de estos miembros de la sociedad ecológica que lo haces. Es obsoleto. Telas, telas, telas, cuanto más vistosas, mejor. El plástico, y cómo se utiliza , es una fuente de problemas para el medioambie­nte. Reutilizar­lo es una realidad entre los ecoamantes del planeta ; tirar cualquier plástico a la basura es sinónimo de intoxicar. Y es que vivir en consonanci­a con el medioambie­nte no significa renunciar a ningún interés. Simplement­e controlar, de un modo más equilibrad­o, la basura que producimos.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain