Glamour (Spain)

Boyd Holbrook sigue sumando victorias. Un canalla anda suelto

Que su cara de niño bueno no te confunda. Boyd Holbrook es un chico de armas tomar. Tanto que ya tiene nuevo enemigo en el punto de mira. Tras capturar al rey de la cocaína, el actor se enfrentará en menos de un año a un predador extraterre­stre; un combat

-

o sabemos si será su actitud desenfadad­a, su pasión por los deportes de riesgo o su interpreta­ción de agente antidroga en la serie Narcos (Netflix); pero lo cierto es que Boyd Holbrook tiene todas las papeletas para convertirs­e en el nuevo chico malo de Hollywood. Tras perseg uir durante dos temporadas al célebre narcotrafi­cante Pablo Escobar, el actor de 36 años cierra capítulo colombiano para enfrentars­e a otros retos ( y villanos). ¿Entre los más sonados ? The Predator (2018), una cinta dirigida por Shane Black, con alienígena­s de por medio, donde dejará al descubiert­o su lado más g uerrero. “Cuando pasas tres minutos peleándote con alg uien te das cuenta de si estás o no en buena forma física”, confiesa éste. Una actitud provocador­a, dentro y fuera de la pantalla, que le ha valido ser imagen de la nueva fragancia de Diesel : Bad Intense. ¿Quién dijo que los chicos de Kentucky no eran tipos duros ? GLAMOUR: Eres uno de los actores del momento, pero lo cierto es que tus primeros pasos los diste como modelo. ¿Cómo te descubrier­on? BOYD: ¿Sabes los típicos retratos de familia americanos que la gente se hace en centros comerciale­s? Creo que Christian Dior vio uno mío y me llamaron (risas). Es broma… Estaba trabajando como carpintero en un cine y soñaba con ir a Nueva York a estudiar. Tuve suerte, porque alguien vino, me hizo unas fotos y me propusiero­n trabajar como modelo. No sabía qué significab­a, pero acepté. ¿Sabes? No me quejo y no quiero que parezca que cuento una historia triste, pero lo cierto es que fui muy afortunado. Al terminar el instituto no tenía muchas opciones ante mí. Fue una suerte tener aquella oportunida­d. GLAMOUR: ¿Qué es más duro: desfilar en una pasarela o por una alfombra roja? BOYD: No sabría qué decirte. Pero me encantaría desfilar ahora por una pasarela. Cuando lo hacía, lo odiaba. Era tan abrumador. Sería delirante hacerlo años después. GLAMOUR: Aunque ahora estás centrado en tu carrera como actor, en ocasiones sigues ejerciendo como modelo. Entre tus últimos proyectos, le has puesto rostro a las fragancias Bad y Bad Intense, de Diesel. ¿Eres realmente tan malo como quieren hacernos creer? BOYD: Me gusta el papel de chico místico al que no puedes abatir fácilmente. GLAMOUR: ¿Y si le preguntamo­s a tu madre? BOYD: Mi madre te diría que no soy un chico malo. Pero si le preguntamo­s a mi hermana, te dirá que sí (risas). Creo que de joven siempre hice lo que quise. Y sigo haciéndolo, aunque haya crecido. No mucho, pero algo sí. GLAMOUR: De niño tenías el pelo largo, al más puro estilo Kurt Cobain. ¿Qué pasó con tu melena? BOYD: Ojalá me hubiera parecido a Kurt Cobain. Es halagador que lo digas. Tuve el pelo largo de niño y toda mi adolescenc­ia. Ahora soy mayor, disfruto de mi edad y disfruto siendo adulto. A veces lo logro, otras, no tanto. Pero fueron años bonitos. Cuando pienso en aquella época, me acuerdo de mi abuelo y de su olor. Era una mezcla a gasolina, sudor y colonia. Había algo romántico en aquello.

GLAMOUR: Durante dos temporadas has i nterpretad­o al agente Steve

“DE NIÑO SIEMPRE HICE LO QUE QUERÍA. Y SIGO HACIÉNDOLO, AUNQUE HAYA CRECIDO”

Murphy en la célebre serie Narcos (Netflix). ¿Crees que este papel ha supuesto un antes y un después en tu carrera como actor? ¿Te ha ayudado?

BOYD: Totalmente. Y te voy a decir por qué. Ser un artista, pintor, escultor, escritor o actor supone trabajar de forma intermiten­te. Unas veces no trabajas nada, otras, por el contrario, no paras. Cuando empecé mi carrera de actor, rodaba sólo 2 o 3 meses al año. Imagínate. Narcos me ha permitido estar en un set durante 18 meses seguidos, trabajar y equivocarm­e a diario. Fue una experienci­a que me cambió y he aprendido mucho como actor gracias a ella. GLAMOUR: ¿Cómo te metiste en la piel de un agente de la DEA (Administra­ción para el Control de Drogas). BOYD: Llamé al auténtico Steve Murphy. Es mucho más fácil interpreta­r a alguien que no está vivo. No tienes que contactarl­e o intentar hacer su voz. Aún así, me puse en contacto con él. Es un tipo fantástico, adoptó dos niñas colombiana­s. GLAMOUR: ¿Echas de menos estar en la serie? BOYD: Sí y no. Es una especie de relación de amor odio. Ha sido genial estar durante dos temporadas en el proyecto. En la tercera, sólo aparezco en un capítulo. Creo. Pero ése era el trato. Cuando se fuera Pablo Escobar, me iba yo también. GLAMOUR: Te hemos visto este año junto a Hugh Jackman en Logan,

y en 2018 estrenas The Predator ; ambos proyectos en los que presumes de buena forma física. ¿Qué deporte practicas? BOYD: Me gusta el krav magá. Es una especie de deporte militar de combate ofensivo y defensivo, de origen israelí. No lo hago para pelearme con la gente, es algo de locos. Pero lo importante es hacer ejercicio. No me g usta ir al g imnasio. Lo veo aburrido. Así que si puedo aprender alg o y también pasármelo bien, g enial. GLAMOUR: ¿Cuidas tu alimentaci­ón? BOYD: Mi novia es vegana . Así que desde que estamos juntos no bebo cer veza , no como pan, no tomo almi- dones... Pero madre mía, echo de menos el pan. Me encantaría tomarme una rebanada con un montón de mantequill­a . GLAMOUR: Tu primer papel en la gran pantalla fue en Mi nombre es Harvey Milk, una película sobre derechos sociales y reivindica­ciones. ¿Crees que es importante salir a la calle para manifestar­se? BOYD: Por supuesto. Hay muchas causas en las que estoy implicado. El cuidado de nuestros océanos, por

ejemplo. Hay tantas cosas que deberíamos hacer. Y sin embargo, mira las cosas de las que habla la g ente. Es ridículo, jodidament­e embarazoso (silencio). Mira nuestro presidente, no tendríamos suficiente tiempo para tratar el t ema y hablar de él . GLAMOUR: Eres un personaje público. ¿Qué es lo mejor y lo peor de tu pr ofesión?

BOYD: El trabajo del actor es muy dependient­e. Dependes de que el resto te invite a sus proyectos. Yo no trabajo así. En mi caso, soy yo el que te dig o cuándo trabajo. Hago mi propio trabajo. Así es como f unciono. No soy escl avo de mi profesión.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain