A LOS PINCELES
En su pueblo natal, en Boston, Richie Hines era esa chica desgarbada que en clase se sentaba detrás y no paraba de dibujar. Poco tiempo después, su estilizada figura y su 1,84 llamó la atención de un model scout de la agencia IMG. A partir de ahí, su vida cambió y marcas como Chloé o YSL la reclutaron para sus pasarelas: “No me había interesado por la moda hasta que me ficharon. He tenido que aprender muy rápido mientras iba trabajando, pero me decanto por las editoriales. Me impresiona cómo un equipo de artistas trabajan juntos para contar una historia a través de imágenes que buscan destacar la ropa”, nos confiesa la también ilustradora. Sus referencias son heterogéneas: desde el manga japonés hasta el arte moderno o los videojuegos pasando por el mundo del grabado. “Mis recientes musas son Dilleen Marsh, Stanley Donwood y Egon Schiele”, nos comenta dejando patente lo amplio que es su imaginario artístico. Su debilidad: “Centrarme en los detalles inusuales que suelen pasar desapercibidos, me resultan maravillosos”.