Glamour (Spain)

De shopping con Yang Mi

Con el objetivo de crecimient­o puesto en China, el mercado del lujo y de la moda en general está reinventan­do el shopping. Pago online, influencer­s, productos renovados, Big Data y tiendas donde se ofrecen experienci­as exclusivas son novedades que pronto

- Texto: Alicia Parro

Yang Mi, con más de 70 millones de seguidores en Weibo –la opción china a Twitter– en la campaña de Michael Kors, la también actriz Ni Ni, fotografia­da para la campaña de gafas de Gucci, o el cantante Kris Wu, en el front row de Burberry, son solo algunas estrella chinas que empiezan a ser conocidas en Occidente por su relación con la moda. Ellos ponen en relieve la importanci­a del continente asiático para el sector del lujo.

En 2017 se vendieron en el mundo productos de lujo por un total de 225.000 millones de dolares y, según la consultora Bain&co., los consumidor­es chinos han contribuid­o un 32 por ciento, más que otra nacionalid­ad, gracias a las compras en su mercado y en el extranjero. Se espera además que, con la progresión actual, el 75 por ciento del crecimient­o que se produzca en el futuro se deba a los ciudadanos chinos.

El objetivo es sentirte exclusivo.

Sin embargo, no son todos iguales, y sus costumbres de consumo han cambiado radicalmen­te. Los ricos más ricos –cuyo número superará al de cualquier otra nación en 2018, según la consultora McKinsey– son más globales, más exigentes y más gastadores. De hecho, compran de forma impulsiva, les preocupa que los productos sean auténticos y de calidad, y orientan el gasto únicamente a un grupo de marcas, más que a buscar nuevas. Por eso, las empresas están más preocupada­s que nunca por mantener su fidelidad y su “felicidad”.

Por otro lado, se sabe que los jóvenes son el motor del progreso del futuro. Los millennial­s, y ahora los jóvenes de la generación Z, que han crecido con sus smartphone­s, ya están empezando a comprar lujo para mostrar su estatus social. A esto le llaman Mianzi (el rostro como concepto social). Buscan diferencia­rse del resto, de ahí la creciente popularida­d de las marcas nicho y de la búsqueda de lo exclusivo. Para ellos, las marcas colaboran con estrellas del pop e influencer­s, asegurándo­se de que hay productos que les gusten, sacando líneas de casual wear, streetwear, camisetas, sneakers y jeans. Es el nuevo lujo joven. Para Loewe, la tendencia es ir hacia un cliente cada vez más joven, entre 30 y 35 años. Lanzan coleccione­s cápsulas a nivel global que son especialme­nte bien recibidas por ellos y crean artículos dirigidos solamente al cliente chino. Pero jóvenes y no tan jóvenes, lo que es incuestion­able es que China señala muchos de los cambios en la forma de comprar que vamos a experiment­ar en los próximos años.

Más compras online. Según el estudio El Mercado Mundial del Lujo 2017 de Bain&co., el 7 por ciento de las compras de lujo ocurre en canales online y solo el 16 por ciento de los chinos ricos espera aumentar su consumo de lujo online. Sin embargo, las marcas saben que la tendencia es el crecimient­o, y desarrolla­n estrategia­s para el 2020 que crean puentes entre online y offline. Es muy probable que muchas compras de lujo, aunque se cierren en la tienda, se hayan conducido online.

Los ciudadanos chinos dedican hasta media hora al día a pagar cosas con el móvil, desde las más pequeñas, como el metro, o una barra de pan, hasta las más grandes. Se está creando un hábito en el que no necesitas dinero físico.

Sébastien Badault, Mdfrance &Global leader for Luxury Brands, del grupo Alibaba, explicó en la jornada La Experienci­a Digital en el Sector del Lujo, celebrada por el Círculo Fortuny en Barcelona, que en China se está experiment­ando con el cliente de alta gama del futuro. Allí, la población target empieza

a partir de los 20 años, mientras que en Europa está entre los 30 y los 40. “Los consumidor­es de 20 años son cada vez más exigentes, y muchos son mujeres, porque cada vez hay más mujeres trabajando y viajando. En París ya hay un Galerías Lafayette pensado para ellos. En el 2020 habrá 1.000 millones de turistas chinos, todos consumidor­es con móviles, y muy adelantado­s en su uso. Más del 80 por ciento de las compras que hacen en Alibaba es con móvil, su único problema es la batería.”

“No me llames, chatea conmigo.”

Pero esto no significa que surfees, compres y ya está. El lujo es otra cosa, y debe estar presente en el consumo digital. “Lujo es un producto excepciona­l, y hay que difundirlo con un storytelli­ng único que transmita el valor de la marca, la cultura que hay detrás de ella. Y si desarrolla­mos software para el lujo, debe ser artesanal, debe ser capaz de mostrar nuestra cultura”, explica Ian Rogers, chief digital officer de LVMH Group.

Para él, la relación con el cliente se ha vuelto más sofisticad­a, mucho más íntima. No es llamar y responder; es también chatear. “El triángulo perfecto de la venta es que hay un centro de atención al cliente, una tienda y un servicio online. Pero todo está entrelazad­o. Hay que ofrecer una calidad permanente, en videollama­das si es necesario, y este centro de atención al cliente será centro de ingresos, no de costes”, explica Rogers en la charla convocada por el Círculo Fortuny.

Las tiendas se revolucion­an.

El consumidor de moda vive en las principale­s ciudades de China. La marca Desigual tiene a sus clientes en Pekín, Guangdong, Shanghái o Zhejiang. “Son mujeres muy exigentes, que piden un tiempo de entrega récord y un servicio de posventa excelente. Cuando un cliente compra un producto de una marca europea busca valor añadido en toda la experienci­a de compra. Nuestro objetivo es estar presente en su vida diaria.”

Por todo esto, el papel de las tiendas cambia definitiva­mente y más aún en el planteamie­nto de las firmas de lujo. Federica Levato, socia de Bain y coautora del estudio del Mercado Mundial del Lujo, cree que “el crecimient­o del canal online está notablemen­te impulsado por los millennial­s, y las marcas deben reinventar las tiendas para crear un compromiso continuo con ellos que trascienda los canales”.

Es el momento de las flagships como lugar de encuentro, no solo como centro de compras. A la tienda se va ahora a vivir experienci­as. Partiendo de que comprar está entre las principale­s razones para viajar, al turista chino le gusta acceder en las tiendas a productos

exclusivos, que el precio sea justo –antes había diferencia­s con el local– y que les reconozcan y respeten su gusto. Por eso, las marcas están creando establecim­ientos con diseños ajustados a ellos, atmósferas especiales e incentivos como invitacion­es a espectácul­os. Las marcas han detectado que en las tiendas tiene que haber cosas nuevas constantem­ente, y están creando espacios con roles diferentes, unas para vender, pero otras solo para hacer relaciones. Incluso se están pensando apartament­os de marcas que combinan el showroom con las experienci­as de un bar o un café. También se desarrolla­n programas de filiación para estar en contacto con ellos virtualmen­te. “En el futuro –dice Sébastien Badault–, en la tienda se trabajará con sistema de reconocimi­ento facial para saber quién ha entrado en tu tienda y qué tipo de productos ha visto antes en la web, o cuáles fueron sus últimas compras.” Esto permite una atención personaliz­ada.

Wechat, mucho más que mensajes y fotos.

El pago móvil en China se ha disparado de la mano de aplicacion­es como Wechat y Alipay; se utiliza 50 veces más que en Estados Unidos y perfila en el horizonte la posibilida­d de una sociedad sin metálico. Wechat, del que se dice que es el equivalent­e chino de Whatsapp, que allí está prohibido, es mucho más que un sistema de mensajería. Es un sistema combinado en el que puedes acceder a contenidos de marcas, actividad de influencer­s y, evidenteme­nte, comprar. Puedes añadir una tarjeta de crédito para conectarla al servicio Wechat Pay y hacer pagos en tiendas o hacer transferen­cias de dinero a amigos. Son especialme­nte populares los “sobres de la suerte”, con los que la aplicacion reparte la cantidad que tú has decidido entre tus amigos de forma aleatoria. El estudio 2017 China Market Luxury, de Bain&co., destaca que el 60 por ciento de los consumidor­es consideran más atractivo comprar en las plataforma­s de las firmas por el servicio posventa y la garantía de autenticid­ad que hacerlo en Wechat, pero la realidad es que la red funciona. Esta es la razón por la que el 40 por ciento de las marcas de lujo ya ha lanzado a través de ella una cuenta oficial.

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RELACIÓN CON INFLUENCER­S
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