HORÓSCOPO. Predicciones del mes de los signos del zodíaco
empezó Monsieur Vuitton– fabricó un baúl recio y resistente para viajar en tren; desarrolló un prototipo que debía caber en un coche y, cuando se popularizaron los viajes en avión, hizo lo propio creando aero trunk, un baúl con la ingeniería suficiente como para albergar la máxima cantidad de ropa con el menor peso posible. Años más tarde, investigaron y confeccionaron cajas para casi cualquier cosa, para trasladar un juego de té, proteger el violín de Pierre Sechiari, llevar perfumes, discos de vinilo, ser vir como jarrón con flores o, incluso, y tal como muestra la última colaboración con Supreme, para llevar una tabla de skate. Del 17 de abril al 15 de mayo, el Museo Nacional Thyssen-bornemisza alberga la exposición Louis Vuitton Time Capsule, la primera gran retrospectiva de la maison en Madrid. Descubre algunos de sus fieles clientes, como Jeanne Lanvin, Christian Dior o Paul Poiret –quien hizo hasta 15 encargos personales–, marajás y miembros de la realeza. Los encargos más especiales tienen un lugar especial en esta exposición de entrada libre. En ella se explica también cómo algunos de sus modelos icónicos han evolucionado gracias a colaboraciones artísticas. Como ejemplos, los modelos Keepall o Speedy, iguales en forma pero de distinto tamaño, que surgieron en los años 30 y han ido cambiando conforme a los tiempos. En los años 60, por ejemplo, el Speedy se convirtió en el modelo estrella hasta hoy, y Audrey Hepburn llegó a solicitar un tamaño especial. Entra en su cápsula del tiempo y déjate llevar por 160 años de historia.
JEANNE LANVIN, CHRISTIAN DIOR O PAUL POIRET FUERON FIELES CLIENTES