El hotel de la piel
En esta clínica hay auditorio, bar cosmético y sala de espera VIP ¿Puedo quedarme un rato más, por favor?
activo el bluetooth de mi móvil y envío Sun, de Cat Power, al hilo musical de la consulta. Este disco me relaja, así que, si llega el momento de tumbarme en la camilla, la música será mi barbitúrico natural. Me acomodo en el tú&yo, y el doctor Ricardo Ruiz ocupa su sitio a mi lado. No hay mesa entre nosotros. Parecemos entrevistador e invitada en el talk-show de Jimmy Fallon: nuestro trato es cercano y fluido desde el minuto cero.
Una clínica chill out. En esta clínica se tratan acné, vitíligo, manchas, psoriasis, alopecia, melanoma, angiomas... Se hacen infiltraciones, láser, fototerapia, cirugía de Mohs, rellenos... Pero no huele a hospital. Un interiorismo blanco y luminoso, sillas de los Eames y un Cosmetic Bar que parece el lounge de un hotel convierten la experiencia de ir al médico estético en un evento de estilo de vida.
Le pregunto al doctor sobre la honestidad de la medicina estética que a él tanto le apasiona y él cita a Picasso. “Decía que en el arte y en la vida hay que buscar la belleza de lo imperfecto. Esos detalles
que no se ajustan al ideal de lo sublime pero que hacen que un conjunto resulte atractivo: una ligera asimetría, una nariz con carácter, las arruguitas de la mueca de la sonrisa...” ¿Traen las pacientes recortes de revistas con las mujeres a quienes quieren parecerse? “Muchas traen fotos de sí mismas cuando eran más jóvenes”, dice.
Escuela de la piel. El auditorio de la clínica manifiesta la vocación pedagógica del equipo del doctor Ruiz. Médicos y estudiantes pueden asistir a las intervenciones proyectadas en una gran pantalla. Hay una sala de espera reservada que garantiza la privacidad de clientes VIP “y de los hombres, a los que les cuesta más reconocer que se han hecho algún retoque”. ¿Qué es lo primero que tiene que hacer alguien que quiere mejorar su aspecto? “Tener expectativas realistas y aprender a sentirse a gusto con uno mismo. Pretender alcanzar la eterna juventud es una empresa imposible.”