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Celulitis, no corras tanto

¿Sales corriendo ante la piel de naranja? Ve con cuidado: el running podría empeorarla. La solución es combinarlo con otros ejercicios.

- Texto: Mayte Martínez. Foto: Markus Henttonen

Prdeond Yadsodent’otx’ ‘ Los shorts de sudación aumentan la transpirac­ión, regulan la temperatur­a corporal por evaporació­n del agua y refrescan la piel. Su uso en el running no elimina la celulitis ni la grasa, pero ayudan en la evacuación de toxinas, dificultan­do que la grasa se endurezca. No los lleves demasiado tiempo, pueden provocar irritación y excesiva pérdida de vitaminas y sales minerales.

afecta a más del 90 por ciento de mujeres. La celulitis provoca un cambio en la forma corporal, en la apariencia de la piel y en la microcircu­lación. Se inicia cuando los adipocitos –células que almacenan grasa para regular la temperatur­a corporal y amortiguar posibles traumatism­os– aumentan de tamaño. Esto impide que los líquidos (como la sangre, la linfa y el agua) drenen con fluidez y que el oxígeno circule correctame­nte. La celulitis puede mejorar con el ejercicio, aunque no siempre con el running. Un alto grado de impacto puede endurecer y agravar algunos tipos de celulitis, como la edematosa, que es la que se asocia al mal funcionami­ento del sistema linfático y circulator­io. Si corres para acabar con la piel de naranja, infórmate para no provocar el efecto contrario.

Grasa por músculo. Contra la piel de naranja, lo primero que se nos ocurre es correr. Según el doctor Peláez Moreno, médico estético de Dorsia, “por su componente aeróbico, el running facilita la combustión de grasa y ayuda a perder peso. Los músculos de las piernas se tonifican”. “El deporte es fundamenta­l para atenuar el aspecto de la celulitis, porque mejora el sistema venoso y el linfático y sustituye la masa grasa por masa muscular”, confirman en Clínica Menorca. Aunque “no hay evidencia científica sobre que empeore la celulitis ni que la favorezca”, añade la doctora Mar Mira, de la clínica Mira + Cueto.

Si no puedes correr, trota. En caso de sobrepeso, celulitis dura o edematosa, el running puede ser muy agresivo. Es mejor trotar o caminar deprisa. “Recomendar­ía empezar combinando velocidade­s y hacer todos los días tablas de ejercicios específica­s: sentadilla­s, subir escaleras y cuestas, hacer desplazami­entos laterales... Trabaja también la parte baja de la espalda y la faja abdominal, y así activarás los músculos contiguos de la cadera y los de la parte anterior de la pierna. No tiene sentido correr por encima de tus posibilida­des. Si adaptas el ritmo, andando deprisa en principio, verás beneficios”, dice Ramiro Matamoros, entrenador del Club de Atletismo Clínica Menorca y del grupo Corre en Rosa de enfermas de cáncer de mama.

Atención al impacto. “En el running, el impacto producido en cada zancada vuelve multiplica­do; por eso debe evitarse si tenemos sobrepeso. Es mejor hacer ejercicios de fuerza. O caminar cuatro minutos y correr uno”, recomienda Marta Rosado, entrenador­a personal. “Contra la celulitis, todo deporte que favorezca la circulació­n es bueno siempre que se haga de forma continuada y en su justa medida. Si el impacto es demasiado agresivo podemos dañar aún más el tejido conjuntivo de la zona afectada, que ya está de por sí lastimado por los acúmulos de grasa. Solo conseguirá­s empeorar aún más el problema”, advierten en Clínica Menorca.

Mejora la circulació­n. Correr favorece el retorno venoso, estimula la circulació­n y oxigena la sangre, pero hay que evitar que los pies golpeen con demasiada fuerza en el suelo, pues “la presión que se origina en la pisada podría dañar las válvulas de las venas”, dice Marta Rosado. El doctor Matamoros recomienda “combinar la carrera con otros ejercicios”. Por ejemplo, “túmbate boca arriba, sube las piernas juntas y dibuja círculos en el aire hacia un lado y otro”.

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