MI REFUGIO NORDIC MIX
A unos días del Mundial de Fútbol, la periodista Lucía Villalón nos abre las puertas de su nueva casa, junto a su hermana María, la decoradora del momento. Texto: Gema Hospido. Fotos:
“EN MOMENTOS BAJOS O TRISTES HAY QUE HACER PIÑA” LUCÍA
Se nota que son hermanas: físico envidiable, energía a raudales, simpáticas por naturaleza y currantas. Sí, las hermanas Villalón se dejan la piel en sus profesiones. Con la misma complicidad que si fuéramos de su pandilla, nos abren las puertas de su apartamento en Madrid que acaban de decorar. Es su hogar, donde ambas comparten alegrías, penas, confidencias y diversión, aunque el corazón persista en quedarse en Santander, su tierra natal. A pocos días de que Lucía vuele a cubrir el Mundial de Fútbol para la cadena Univisión, un hito profesional que la periodista se prepara con el ahínco de unas oposiciones, María remata los últimos detalles de una colaboración especial con Ruinart. Sus proyectos se multiplican en la capital: Hake Mate, Pomerania, Pointer, Chow Chow, la Terraza Teckel... no hay place to be que no lleve el toque de la decoradora de interiores. De la vida, los sueños y su nuevo hogar hablamos con ellas en la cocina de su casa con un café en la mano. Todo muy familiar. GLAMOUR: Casa nueva... y ¡a decorar! ¿Cómo ha sido el proceso? MARÍA: Queríamos que fueran tonos muy neutros, y luego yo me acabé decantando más en mi habitación por el blanco y el negro, y Lucía por el blanco. El salón lo definimos como étnico-nórdico (risas). GLAMOUR: ¿Con quién habéis trabajado para decorar la casa? MARÍA: Hemos trabajado con Banak, sobre todo con Carolina Calvo. Lo hemos llevado bastante bien, aunque hemos tenido nuestros más y nuestros menos (risas).
LUCÍA: Esta vez éramos nosotras el cliente poniendo nuestros puntos. GLAMOUR: ¿Cómo es vuestra relación? MARÍA: Nosotras somos muy diferentes, pero a la vez somos muy iguales, discutimos como hermanas, pero nos contamos todo como mejores amigas. Para mí, ella es fundamental en mi vida y es mi mejor amiga, a la primera persona que le cuento todo. LUCÍA: Al final es una vida juntas. Recuerdo que cuando éramos muy pequeñas nos peleábamos mucho, siempre hemos hecho todo juntas, al final solo nos llevamos dos años y sus amigas son mi amigas, y al revés, siempre es una piña constante. GLAMOUR: Habéis elegido profesiones complicadas, ¿cómo ha sido este ascenso? ¿Ha marcado el “hermana de...”? LUCÍA: Al principio era al revés, María compaginaba su trabajo de modelo con arquitectura, yo solo estudiaba Derecho y Periodismo. Ella hacía campañas y yo iba detrás en los desfiles. MARÍA: Todos dicen: “Tienes que ser bueno y tener suerte”. Y creo que he tenido en mi trabajo ambas cosas. Hay mucha gente que está muy preparada, pero que no puede acceder a determinados proyectos porque no tiene esa oportunidad, y a mí en ese caso se me ha dado bien, está claro que luego tienes que mantenerte. GLAMOUR: ¿Cómo os sentís de orgullosas la una de la otra? LUCÍA: Un orgullo tremendo. Yo sé todo el trabajo que hay detrás, el tiempo que ha empleado, todos los disgustos, ves la primera parte y luego el resultado, y es increíble, a mí me fascina. MARÍA: Me pasa igual, no podría ponerme delante de una cámara con miles de personas. Ella se lo estudia y a hablar. LUCÍA: No pienso que me está viendo todo el mundo, yo pienso que me está viendo mi padre y mi jefe (risas).
“UNA LECCIÓN DE MI MADRE ES TERMINAR TODO LO QUE SE COMIENZA” MARÍA