SWEET SIXTIES
Se dice que fue uno de los rodajes más convulsos de la historia del cine –Mia Farrow, vegetariana convencida, comió hígado crudo en una de las escenas, que se rodó decenas de veces–, pero La semilla del diablo ha servido de fuente de inspiración recurrente para la industria. Miuccia Prada recupera la fragilidad etérea, casi fantasmagórica, de su protagonista y la materializa sobre vestidos de noche hechos de plumas y tul en su propuesta crucero para Miu Miu. Pegado a Central Park, el edificio Dakota–donde se rodaron los exteriores del filme– se erige como destino estrella.