Dime en qué trabajas y te diré qué crema necesitas
En la oficina, al aire libre o en turno de noche. Consigue que tu piel rinda al máximo adaptando tu rutina de belleza a tu profesión.
En la oficina de 9:00 a 18:00 FLAVONOIDES CONTRA LA LUZ AZUL
“Las principales agresiones a las que se enfrenta un oficinista son las radiaciones emitidas por artefactos como halógenos, ordenadores o teléfonos móviles. Por eso, además de cubrirlos con una pantalla protectora contra la luz azul o de activar el modo nocturno del teléfono, recomiendo evitar el uso de cosméticos fotosensibilizantes, como cremas y sueros que contengan aceites esenciales como bergamota, comino, jengibre, lima, limón, mandarina, naranja o verbena”, explica Teresa de Miguel, fundadora de Beldon Beauty. Y es que, aunque todavía se están investigando los efectos de la luz azul en nuestra piel, hay estudios que la relacionan con el envejecimiento prematuro: “Crea radicales libres que provocan la disfunción de las células y favorecen la aparición de manchas y arrugas, y la pérdida de firmeza y elasticidad. Además, la exposición prolongada provoca trastor- nos en el sueño; algo que también afecta a nuestra piel”, confirma la experta. Estas son algunas de las razones por las que se aconseja el uso de cosméticos antioxidantes elaborados con vitaminas como los flavonoides, que protegen el cutis de las agresiones oxidativas. “Activos como el extracto de semilla de cacao también nos ayuda a combatir los signos del envejecimiento digital.” El otro gran enemigo de la piel en espacios cerrados son los cambios bruscos de temperatura, como la calefacción o el aire acondicionado, que provoca la vasodilatación –aparición de rojeces y empeoramiento de pieles con rosácea–. “Hazte con un humidificador de vapor frío para la oficina y aficiónate al uso de brumas, que ayudan a mantener la piel fresca, se absorben con rapidez y proporcionan confort instantáneo. También aconsejo comer despacio y que la comida no esté demasiado caliente”, concluye Teresa de Miguel.
La noche en vela INVIERTE TU RUTINA DE BELLEZA
“El ciclo de renovación celular alcanza su máxima en las horas de sueño. Sin embargo, cuando alguien tiene sus ritmos de trabajo invertidos, deberá modificar también su rutina de belleza”, asegura Myriam Yébenes, directora del centro de MY. “Limpia tu piel como lo harías por la mañana y aplica un sérum con activos energizantes y nutritivos como la vitamina C y péptidos reparadores y tensores. Aplica una hidratante con ácido hialurónico y protégete de la polución con polifenoles vegetales de maracuyá y cacao.” Alejandra López, esteticista de Slow Life House, recomienda la ingesta de suplementos como la melatonina, “que ayuda a dormir mejor y reduce las migrañas y el uso de velos de colágeno, que calman y desinflaman”.
Una jornada al aire libre FOTOPROTECCIÓN+ ANTIPOLUCIÓN
“Las partículas de contaminación (PM) menores de 2.5 micrómetros de diámetro producen sequedad, rugosidad, poros ocluidos, opacidad y envejecimiento prematuro”, asegura Miriam Quevedo, creadora de la firma homónima. “De ahí la importancia de realizar una doble limpieza diaria y una exfoliación frecuente con exfoliantes enzimáticos para mantener la hidratación en el caso de las pieles sensibles.” Y aunque nuestra rutina deba concluir siempre con un fotoprotector, hay otros factores a tener en cuenta: “El agua de la lluvia puede ser irritante y el viento, en casos extremos, alterar el equilibrio epidérmico”, añade Pedro Catalá. Elige cosméticos con ingredientes coraza “similares a los del manto hidrolipídico como las vitaminas A y E y ácido hialurónico puro”, prescribe Silvia Moreno, de clínica Mira+cueto.