IG me hizo hacerlo
Ellas lo llevan tan bien que es imposible no desearlo.
“Infinitas veces nos hemos topado con la versión acolchada del bolso Cassette de Bottega Veneta en Instagram.” He aquí la frase que lo sintetiza todo y que podría valer con (casi) todas las piezas de la firma italiana, hoy magistralmente dirigida por Daniel Lee. A los encantos de este bolso –que interpreta a su manera el clásico Interciatto– ya han caído rendidos armarios tan dispares y prescriptores como el Veronika Heilbrunner, Rosie Huntington-whiteley o Pernille Teisbaek, avales más que suficientes para convertirlo en icónico. El éxito del bolso Cassette no es excepcional; conecta con la relevancia incontestable que ha tenido Bottega Veneta en la moda de 2019. De hecho, es considerada la firma más valiosa del año, algo evidente si se tiene en cuenta que, casi sin excepción, todas sus creaciones (desde la bota track a la sandalia de tiras y suela cuadrada) se han convertido en fenómenos virales por cortesía de las redes sociales y sus maestras. Eso sí, esa viralidad ha sido –y previsiblemente será– siempre sincera y orgánica, ya que quien atesora un bolso –o un zapato– de la marca italiana es, básicamente, porque se lo ha comprado. La aclaración, en una industria rendida a hashtags y a socios comerciales, se vuelve necesaria. El Cassette ya ocupa puestos privilegiados en nuestra lista de deseos. “Echémosle la culpa a Instagram.”