Mariana sabe que maquillarse como los demás es aburrido

Por eso se hace estos lookazos con la colección Les Ornements de Chanel.

TEXTO: CAROL LÓPEZ. REALIZACIÓN: MÓNICA OLIVER. FOTOS: ALFONSO OHNUR. MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA: IVÁN GÓMEZ ((X ARTIST MANAGEMENT) PARA CHANEL. ASISTENTE DE FOTO: DANIEL CARRETERO. ASISTENTE DE ESTILISMO: JULIETA BUONARROTI E ICÍAR LÓPEZ. ASISTENTE DE PRODUCCIÓN: IRENE RODRÍGUEZ. AGRADECIMIENTOS: ESPACIO HARLEY & NEROLI CATERING

“Cuando era pequeña, en casa de mis padres escuchábamos a Cat Stevens, Dead Can Dance, Jethro Tull, The Hives, Sabina, Serrat... ... Y cuando íbamos en el coche de vacaciones poníamos siempre Mecano. Yo era fanática. Repetíamos el CD una y otra vez hasta que llegábamos al campo”

A Mariana le dicen todo el rato que se parece a mucha gente: a Hunter Schafer, a Lady Gaga, a Sinéad O’connor, a Natalie Portman... Pero ella cree que en realidad no se parece demasiado a nadie. Mariana di Girolamo (Santiago de Chile, 1990) comenzó como actriz interpretando a la niña bien, a la nuera perfecta, a la novia ideal en teleseries “de las ocho”, las novelas de temática blanca que en los dos mil emitían en Chile en horario familiar. Ahora, su primer papel en el cine es el de la “oscura, kamikaze, loca, desquiciada, perversa, sensual, antisistema, marginal y enigmática” protagonista de Ema, junto a Gael García Bernal, la nueva película de Pablo Larraín, que se estrena este mes y que ganó el Premio del Jurado Joven en el Festival de Venecia. Cuando Rosalía encontró a Gaspar Noé. La película se ha rodado sin guión (“yo no sabía nada de Ema cuando empezó el rodaje, fui descubriéndola en el set”).

Es un drama psicológico con mucho suspense. Agobiante, con temas muy de hoy, como el pluriamor o el reggaeton: “Que es cultura pop de mi generación. Me siento muy identificada con la sensualidad del reggaeton y ese ritmo tan atávico”, nos dice la actriz. Solo hemos visto el tráiler y recuerda a Clímax, de Gaspar Noé. Mariana se pasa la película en chándal, como aquella Rosalía aún casi anónima en el momento de petarlo con Malamente. Chándal combinado con camisetas de pitón, de camuflaje, de leopardo, con crop-top, con bomber vaquera, con un pendiente-pincho, con el pelo decolorado de rubio nórdico... Una lección de street style tras otra que conecta con la adoración de Mariana por la moda. “Antes tenía demasiada ropa, y de tanta que tenía al final la combinaba fatal y perdía muchísimo tiempo. Por eso me he desecho de mucha y me he quedado con lo esencial”, dice. ¿Y cómo llevas que el vestuario de tu papel de debut en el cine haya sido un chándal tras otro? “El buzo [chándal] me ha ayudado a construir la personalidad de Ema, que deambula por la ciudad, baila...” El chándal es el uniforme del trap, del hip-hop, del delirio urbano. Una prenda con la que Ema está siempre disponible, alerta para todo lo que pueda pasar.

“Me encantan las cazadoras, sobre todo las vintage. Tengo tantas que una vez se me rompió la barra del armario. Tengo varias de cuero, siete vaqueras, muchos cortavientos...”

¿Qué banda sonora le pondrías a esta sesión de fotos? “Me ha sonado a The Internet, con mucho soul y unos bajos muy ricos”

¿Una película que todos deberíamos ver una vez en la vida? “Hay una peli italiana, Lazzaro feliz, que me tocó mucho la fibra. Habla de una persona buena en nuestros tiempos, pura, como un niño”