PLANETA POP
Pasen… y escuchen: así suenan las marcas.
Piensa en el comienzo de cualquier película de la Metro Goldwyn Mayer. ¿Qué es lo que recuerdas? Dos cosas: el melenudo león que aparecía en la pantalla de tu televisor y su potente rugido. ¿Sabías que ese rugido, sin duda el más famoso de la historia –con permiso de Tarzán y su grito–, está registrado como marca sonora? Pues sí, es poco conocido, pero al igual que se registra un nombre o un logo , las firmas también pueden registrar sonidos, de hecho en la OAMI, la Oficina de Armonización del Mercado Interior, el organismo donde se protege la propiedad intelectual en Europa, hay 221 marcas sonoras registradas: sonidos propiamente dichos, eslóganes publicitarios, jingles … En este archivo que suena tan bien hay todo tipo de empresas: Fiat, por ejemplo, tiene registrado el sonido del motor de sus coches (ruidito de motor que luego comercializa en videojuegos); Haribo, su famoso jingle; Mcdonald's, el eslogan de I'm loving it; Microsoft, el sonido de apertura de su sistema; Pescanova lo hizo también con su famosa campaña publicitaria que seguro recordarás: "Pescanova, lo bueno, sale bien"…
A diferencia de lo que ocurreconlaspatentes,que duran20añosydespuéscaducan,pasando a ser de dominio público, las marcas sonoras tienen una validez de diez años tras los cuales hay que volver a renovarlas.
¿Cuál es el proceso para registrarlas? Se presenta una instancia a la oficina pertinente, en nuestro país sería la Oficina Española de Patentes y Marcas, OEPM, adjuntando la representación gráfica del sonido bien con una partitura o con un fichero digital. No todas las oficinas aceptan el registro de marcas sonoras, en nuestro caso, la española sí. Lo que no existe es un organismo que registre las marcas a nivel mundial, aunque sí los hay que dan
protección para distintos ámbitos, como la oficina europea que cubre 28 estados.
La marca sonora no puede registrarse en abstracto sino que debe vincularse a un sector de actividad: "La legislación contempla 45 clases. Samsung, por ejemplo, vinculó su marca sonora a la categoría de telefonía móvil. Mcdonald's a la de restauración", explica Alberto Rabadán, de Pons Patentes y Marcas. ¿Coste de registrar una marca? El precio puede variar, pero ronda los 450 euros. Las tasas son iguales para una marca denominativa, figurativa o sonora.
Si estás pensando si la cancioncilla que oyes cuando compras en Mercadona estará registrada, debes saber que no. Hay algunas compañías españolas que sí han hecho registro de marcas sonoras: "Pero lo habitual es no tener marca sonora registrada y lo excepcional sí tenerla", explican en Pons Patentes y Marcas. Muy pocas empresas del selectivo Ibex 35 las tienen, a excepción por ejemplo, de Repsol. ¿Qué otras famosas compañías han registrado sonidos en Europa? Intel tiene registrado el sonido de su tarjeta gráfica; Siemens, Mastercard, Lego, Nokia y Samsung (los sonidos de inicio de sus teléfonos), Yahoo!, Ybarra, un eslogan publicitario, etc.
Los sonidos se registran sin problemas, pero no sucede lo mismo con los olores: "La única marca olfativa registrada ha sido la de olor a hierba recién cortada. La registró una empresa de fabricación de pelotas de tenis, pero ya caducó su periodo de registro. A partir de ese caso concreto, la OAMI no aceptó ninguna otra marca olfativa. A diferencia de las marcas sonoras, que se representan a través de pentagramas, por ejemplo, este organismo y otros a nivel mundial no consideran que la mera relación de elementos de un olor sea susceptible de registro como marca", aclaran en Pons. O sea: el sonido puede representarse gráficamente (con partitura o con un archivo digital), pero no así, de momento, el olor.
Y si te estás preguntando si el famoso jingle del Partido Popular está registrado como marca sonora, pues tampoco: "Muchas empresas grandes no registran como marca sonora las melodías que las caracterizan, ya que a su vez están protegidas por la Ley de Propiedad Intelectual. En ese caso ya tienen protección y por eso no registran como marca un jingle", aclaran desde la firma Pons.