Puntos débiles
Los 40 serán los nuevos 30, pero tu cuerpo no se da por enterado. Más vale que empieces a cuidarte. Estos son los principales flancos que deberías vigilar.
¡LA ESPALDA RECTA! Piensa en tus movimientos
del día a día, tanto si estás escribiendo como limpiándote el trasero:
todo es cuestión de inclinarse hacia delante. "La vida te empuja para abajo, literal y figurativamente", explica Adam Bornstein, coautor de Hombre 2.0: Ingeniería del Alpha."nuestro
trabajo consiste en ponerse en pie y estirar la espalda". Para ello, en la oficina, cada pocas horas estira los brazos por detrás
de la cabeza durante unos minutos e inclínate
hacia atrás erguido.
SE VIENE TODO ABAJO
La mayoría de los consumidores de Viagra
tienen dos cosas en común: conservan las últimas colecciones de porno en VHS y poseen
arterias obstruidas. Las erecciones flojas no
son generalmente un problema de testosterona sino de flujo sanguíneo.
La mejor forma de fortalecerlas: 30 minutos
de ejercicio al día.
¿CÓMO SE LLAMA ESA PELÍCULA... EN LA QUE SALE ESE ACTOR...? La memoria empieza a reducirse a los 60, aunque según el Centro de Investigación en Epidemiología y Salud de la Población en Francia, esta empieza a disminuir a los 45 (los franceses siempre buscando excusas para jubilarse antes). Los autores del estudio sugieren atajarla con cardio para un flujo sanguíneo saludable. Si es bueno para tu corazón, dicen, es bueno para tu mente.
ME CRUJEN LAS RODILLAS Según nos hacemos mayores, nuestra flexibilidad adopta la misma que la de un Clic de Famobil y toda la tensión recae con fuerza sobre tus rodillas (y otras articulaciones). Ayúdate a ti mismo manteniéndote flexible. Todos los días, coge un rodillo de espuma y estira con él cada una de las partes principales de tu cuerpo durante un minuto.
HOMBRE MENGUANTE Perderás algo más de 1 cm de altura por década a partir de los 40. "Esto se debe a la degeneración de los discos de la columna y al debilitamiento de los huesos", dice el Dr. Jeffrey Goldstein, especialista en columna vertebral de la Universidad de Nueva York. Puedes frenar el proceso con ejercicio de impacto leve, acompañado de calcio y vitamina D.